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Nicolás Laprovittola hoy es el dueño del Joventut dentro del campo de juego y maravilla a España con sus actuaciones. Pero para llegar a este punto, debió pasar por muchos vaivenes en su vida profesional. Desde Lanus en la Liga Nacional, los campeonatos con Flamengo en Brasil, su llegada a la ACB en Estudiantes de Madrid, la NBA y el ostracismo en ciudades frías de Europa.

Sobre su experiencia en la NBA tiene un grato recuerdo: “Surgió un poco a raíz de jugar unos partidos en Las Vegas con la selección argentina y Popovich estaba presente. Mencionó a Manu que quería invitarme a la pretemporada, pero como una invitación y sin nada garantizado. La idea fue tomando forma y aproveché la oportunidad. Fue un momento de mi carrera bueno porque no tenía contrato y podía arriesgar. Tomé la apuesta, fui a sumar una experiencia y la aproveché al máximo”.

Luego de ser cortado, pasó por el momento más apagado de su carrera. En el Zenti ruso no tenía lugar y pensó en si valía la pena el esfuerzo de estar lejos de su gente y afectos. Pero llegó el llamado de Jordí Martí, Director Deportivo del Joventut de Badalona, que quería sumarlo a su equipo.

“Es un club humilde, más familiar, con otro trato y eso me ayudó a recuperar confianza y mi juego. Es difícil de explicarlo, pero, en un momento en el que tenía mucha incertidumbre, me hicieron volver disfrutar de este juego, de esta vida, me hicieron volver a disfrutar de cosas buenas y pasarlo bien”, grafica Nico sobre su equipo actual.

Con tranquilidad fuera del rectángulo de juego, comenzó a rendir como él puede, y hoy es el líder en puntos (16,6) y asistencias (6,4) de la ACB, es firme candidato al MVP de la temporada. Pero sus destacadas actuaciones individuales las atribuye al trabajo en equipo: “Mi temporada personal es gracias a mis compañeros, al entrenador y club. La verdad es que lo más importante es que sigamos consiguiendo incluso más victorias de las esperadas”.

“Ese día salió todo y cuesta creerlo", cuenta Lapro sobre el 15 de febrero pasado en donde rompió el récord de anotación de un jugador de Juventut en la Copa del Rey con 36 puntos y con su 50 de valoración, máxima cifra en la competición. Sobre esencia de Joventut cuenta algo difícil de ver en el básquet profesional: “La Penya es ver a los chicos entrenando como un club humilde y familiar, es especial. A todo el mundo le cae bien la Penya, todos saben que es historia y parte de la liga ACB, y nuestro trabajo es representar bien a Badalona y conseguir resultados para que el equipo vuelva a estar donde históricamente se merece”.

Sobre la incertidumbre de su renovación, rememoró situaciones similares y fue sincero: “He pasado por muchas etapas a la hora de decidir mi futuro. He decidido en base al club donde he querido estar, en base a mi familia, el dinero, he pasado por todas. La decisión del año que viene tiene que ser buena en general y espero tomar la mejor decisión para mi carrera, pero no tengo nada decidido”. Sin dudas, en Badalona encontró lo que necesitaba, ¿será suficiente tentación para renovar con el Joventut?