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"4 contra 3, 5 contra 3. El balón para Nocioni que va arriba, ¡la volcó! Volcada impresionante de Nocioni", relató Alejandro Pérez aquella vez. Al Chapu no le importó nada y se elevó con mucha furia y agresividad, como si tuviera al país enteró levantándolo para que la entierre. No le importó ni Ben Wallace ni el Dream Team. Fue indómito, caradura y enloquecido para llegar al aro y meterse sin que lo descubran. 

La acción ocurrió en pleno Mundial de Indianapolis en 2002, cuando Argentina se enfrentaba a Estados Unidos. Restaban 6:12 minutos del segundo cuarto y Davis intentó una penetración pero falló. Luego cacheteó la pelota Wallace y los nacionales consiguieron tener la posesión. Recibió la pelota el Pepe Sánchez y cruzó la mitad de cancha con celeridad, aprovechando la ventaja numérica. 

Sin pensarlo, de memoria y gracias a su prodigioso talento para pasar el balón, Sánchez detectó a Nocioni cortando por línea de fondo y le lanzó una quirúrjica asistencia que partió al medio el corazón de la defensa norteamericana, permitiéndole al Chapu meter una volcada contundente que produjo el asombro de todos aquellos fanáticos que estaba ese día en el estadio de los yanquis. 

No fue una volcada más, sino que terminó siendo el preludio de lo que se vendría. Fue una acción que resume a la perfección lo que fue la Generación Dorada, compuesta por un grupo de chicos a los que no les importaba nada. Iban para adelante cual toro al ver una bandera roja. No temían a nadie, sólo querían ganar. Pero haciéndolo a su manera, sin prisa y divirtiéndose en el intento. Luego llegó el oro y la herencia de una camada que marcó para siempre a Argentina, al básquet y al mundo entero. 

Básquet Plus solidario: reviví el volcadón del Chapu Nocioni ante el Dream Team en el Mundial de Indianapolis 2002; VIDEO: https://t.co/2B4vSLJd2Y #CABB pic.twitter.com/wiqsxax2dD

— Básquet Plus (@basquetplus) March 28, 2020

Ignacio Miranda/ [email protected]
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