La temporada 2018/19 arranca con una nueva edición del Súper 20
00:18 22/09/2018 | Análisis de cómo llega cada uno de los equipos al primer torneo del año, así como del formato de competencia.
Se terminó la espera. Este sábado la pelota se pondrá en el aire y se dará comienzo oficial a la temporada 2018/19. El partido inaugural será entre el tricampeón San Lorenzo y Boca Juniors (desde las 21:00 por TyC Sports), en la Arena de la Pedrera de Villa Mercedes, San Luis. Tal como sucedió en la temporada pasada, en la primera etapa del año se disputará el Súper 20, un torneo que divide a los 20 equipos en cuatro grupos de cinco instituciones, de acuerdo a la cercanía geográfica.
¿Cómo es el formato de competencia? Para refrescar la memoria, la fase regular se desarrollará entre este sábado 22 de septiembre y el 22 de octubre. En ese lapso cada equipo jugará ocho partidos, entre la ida y la vuelta con cada uno de los que integran el grupo respectivo. Los primeros tres de cada zona avanzarán directamente a octavos de final, mientras que los cuartos y los quintos jugarán un repechaje entre ellos para definir los últimos cuatro boletos a la postemporada. Una vez confirmados los 16 conjuntos de playoffs, se disputarán series al mejor de tres, hasta llegar a un Final Four con sede única y cruces eliminatorios directos. Así estarán divididos los 20 equipos:
NORESTE
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NOROESTE
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CABA
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PROVINCIA
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Comunicaciones (Previa)
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Atenas (Previa)
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Boca Juniors (Previa)
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Argentino (Previa)
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Estudiantes (Previa)
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Instituto (Previa)
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Ferro (Previa)
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Bahía Basket (Previa)
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La Unión (Previa)
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Libertad (Previa)
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Hispano (Previa)
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Gimnasia (Previa)
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Regatas (Previa)
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Olímpico (Previa)
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Obras Basket (Previa)
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Peñarol (Previa)
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San Martín (Previa)
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Quimsa (Previa)
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San Lorenzo (Previa)
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Quilmes (Previa)
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La Zona Noreste está signada por una particularidad: todos los equipos que integran el grupo, en mayor o menor medida, hicieron una importante reestructuración en el plantel, en relación al de la última temporada. En este realidad conjunta, quienes han obtenido incorporar la mayor cantidad de jugadores con jerarquía son La Unión y Comunicaciones. Los formoseños, que pueden ser uno de los grandes contendientes, también cambiaron entrenador, ya que Gabriel Piccato reemplazó a Leandro Ramella; además ficharon a dos de los extranjeros más prometedores del actual mercado, un base con muchos puntos en sus manos como Coron Williams y un interno potente como Jonathan Flowers. A su vez, llegaron nacionales probados en la Liga, como Ignacio Alessio o Nico Zurschmitten, que se agregarán a una muy buena base que lograron mantener: Maldonado, Marín y Elsener, quienes brindan soluciones en los dos costados de la cancha. Es el principal candidato del grupo por jerarquía individual y capacidad de gol y desequilibrio, pero habrá que ver cómo se lleva a cabo el acoplamiento de las nuevas piezas, una situación que todos los del Noreste deberán superar.
En tanto, la apuesta de Comunicaciones está clara: dejar de pensar en los últimos puestos de la tabla, para empezar a enfocarse en los playoffs. Así lo demostraron con fichajes de alto nivel y de calidad probada en la Liga Nacional, como lo son Selem Safar, Novar Gadson, Luis Cequeira o Facundo Giorgi. Solo se mantuvieron el DT Ariel Rearte, su cuerpo técnico y el U23 José Defelippo, por lo que los tiempos de adaptación serán vitales para saber si pueden pelear este Súper 20 desde el momento cero. Matías Bortolín es otro de los buenos valores incorporados por los mercedinos, quien, como la mayoría de los anteriormente mencionados, asegura actitud e intensidad defensiva. Quizás el base Kyle Davis sea la principal incógnita del Aurinegro, aunque el rol anotador pasará mayoitariamente por las manos de Safar, que llega a Corrientes en búsqueda de un protagonismo mayor que el de los últimos años.
Estudiantes y San Martín prácticamente tuvieron que armar un equipo nuevo debido a cuestiones económicas. Pero acá hay que hacer una salvedad: el Verde de Concordia tuvo que resurgir de sus cenizas en las últimas dos temporadas y los resultados dejan claro que lograron hacerlo con un éxito superlativo, por encima de las expectativas; en tanto, será algo nuevo para el Rojinegro, ya que en las últimas dos temporadas casi no sufrió ningún retoque en su plantel. Los correntinos tuvieron que desligarse de figuras importantes (Aguerre, Mainoldi y Keenan), pero mantuvieron al entrenador Sebastián González y parte de la columna vertebral, con Faggiano, Hicks y Wood. Pese a la reestructuración, el futuro es prometedor en caso de que encajen las piezas, ya que el quinteto sería completado por Tomás Zanzottera y Lee Roberts. Eso sí, no será un equipo tan larga como nos tenía acostumbrados, una virtud en la que además se apoyaban para sacar la diferencia sobre los rivales. El caso de Estudiantes está cargado con un poco más de incertidumbre en cuanto al plantel: el único mayor que se mantiene es Leandro Vildoza. Chiche Jápez, nuevo DT, tendrá la obligación de comenzar de cero y pese a que se contrató a tipos con experiencia en la Liga, como Martín Leiva y Eduardo Gamboa, el poder de fuego en la anotación no está ni cerca de los mejores, a priori. Los extranjeros Pedro Chourio, Ángel Núñez y Daviyon Draper tendrán su primera experiencia en la élite argentina, con todo lo que ello implica.
Justamente Regatas, el equipo que resta dentro de esta zona, es uno de los equipos que, en los papeles, tiene una capacidad anotadora top en la Liga. Tipos como Paolo Quinteros, Jonatan Treise, Anthony Smith y Fabián Ramírez Barrios, te permiten tener cuatros jugadores con una buena efectividad de tres puntos en una misma formación. Ante el alejamiento de Chevon Troutman, quizá el principal déficit tenga que ver con la falta de recambio en el juego interior, ya que quienes podrían ocupar la posición del 5 serían Tayavek Gallizi y Javier Sáiz. Ahí se termina. Pero también puede ser una búsqueda del nuevo entrenador Lucas Victoriano, quien le imprimió una identidad muy marcada a su Estudiantes en la última temporada: alta velocidad y transiciones rápidas. La segunda unidad deberá ser aprovechada por los pibes Marco Giordano, Erik Thomas y Juan PAblo Corbalán, que tendrán una muy buena oportunidad para exponenciar su desarrollo.
Por calidad y cantidad, la Zona Noroeste cuenta con dos de los que se perfilan como los retadores más serios para San Lorenzo: Instituto y Quimsa. La Gloria además afrontará el años de su centenario, por lo que hicieron el esfuerzo para intentar que la fiesta sea completa. Está claro que el aspecto más importante de los cordobeses es que pudieron mantener gran parte de la base que hizo un enorme papel en la última temporada. Es cierto la salida de Dwyane Davis duele y mucho, porque se llevó consigo los 19.4 puntos de promedio y su superlativa cantidad de opciones para anotar; no obstante, es un plantel que tiene la capacidad para dividir y diversificar su goleo en varios jugadores. Igualmente, el fichaje de Leandro García Morales se da para tapar ese agujero, ya que el uruguayo también tiene una capacidad de gol superlativa y lo demostró en los primeros amistosos, en donde pudo encajar dentro del sistema. También se fue Dennis Horner, pero en su reemplazo incorporaron a Pablo Espinoza, uno de los internos nacionales más versátiles y con mayor poderío para dominar en los tableros y en la faceta defensiva, ya sea uno contra uno o zonal. De esta manera, con la renovación de González, Clancy, Gerlero, Scala, Whelan y Amicucci, el equipo será larguísimo. ¿Podrán acoplarse para mantener los fabulosos porcentajes de efectividad de la 2017/18 (53% en dobles, 39% en triples y 79% en libres)? No tardaremos mucho en averiguarlo.
El caso de Quimsa es muy semejante al de La Gloria. Lograron reincorporar a muchas de las piezas de la última temporada, las cuales ya se habían adaptado y habían incorporado la la idea de juego de Silvio Santander: juego físico, de fricción en defensa y de transiciones rápidas. Por jerarquía individual, las variantes ofensivas del equipo fueron realmente variadas en la 2017/18, pero eso se ve exponenciado en la temporada que está a punto de comenzar, debido al fichaje de tres figuras: Federico Aguerre, Leonardo Mainoldi y Courtney Fells, que no hacen más que estirar una muy buena rotación, de las más amplias de la competencia doméstica.
En el otro equipo de Santiago del Estero la realidad es antagónico, ya que a excepción del coach Capelli y de Maxi Stanic, Jonathan Machuca y Karel Guzmán, se realizó una profunda renovación de fichas mayores y de desarrollo. Aprovecharon la liberación de fichas extranjeros, fueron cubriendo todas las vacantes con jugadores foráneos: Bashir Ahmed, Sebastián Vázquez, Caio Torres y Jeremiah Massey. Algo muy semejante ocurrió en la última temporada, en la que está a las claras que el resultado final estuvo muy por debajo de las expectativas, ya que nunca se encontró una química grupal ni juego colectivo de alto vuelo. Es uno de los principales déficits que puede traer consigo la incorporación a gran escala de jugadores extranjeros, por lo que este Súper 20 servirá para identificar si pudieron aprender del revés reciente. Por lo pronto, sus incorporación son de una jerarquía mayor, sobre todo en la zona del juego interior -Caio Torres es dominante y podría verse beneficiado de la sociedad con Stanic-, aunque habrá que ver cómo se desepeñan en la Liga. También hubo una baja de enorme peso en cuanto a fichas foráneas: Justin Williams, pilar de Olímpico en los tableros y a partir de una defensa top.
Atenas fue uno de los principales protagonistas de la última temporada, pero actualmente comienza de mucho más atrás en el torneo que está a punto de arrancar, por lo menos desde las expectativas. Un presupuesto más acotado obligó al club a desprenderse de Donald Sims, Jerome Meyinsse, Juan Pablo Cantero y Roquez Johnson, el principal poder de fuego con el que contaba Nicolás Casalánguida. Ante esta realidad inexpugnable, todo indica que el entrenador Nicolás Casalánguida le dará un rodaje más importante a la muy buena camada de jóvenes que tiene el club y que ya están pidiendo pista: Baralle, Chiarini, Lema, Gallardo y Lallana. Junto con Romano y Martina, el mentor de este grupo será el experimentado Walter Herrmann, un refuerzo top que en los partidos preparatorios demostró estar intacto; en tanto, O'Bannon, otro de los fichajes, recién se incorporará en la Liga Nacional. En este Súper 20 el plantel será corto y la zona perimetral estará ocupada casi exclusivamente por los chicos del club, por lo que habrá que ver cómo se acoplan y si pueden aprovechar este desafío, con vistas a sumar más minutos en un equipo de Liga que seguramente sea diferente.
Cierra el grupo Libertad de Sunchales, el equipo recién ascendido pese a poseer una historia gigante en la LNB. La idea principal radica en mantener la categoría y para eso mantuvieron solamente a dos de los mayores de la campaña anterior: Nicolás Copello y Ariel Zago, además del coach Sebastián Saborido. Por otro lado, sumaron experiencia con Juan Cangelosi y un hombre de la casa como Marcos Saglietti, mientras que realizaron una apuesta por un joven prometedor como Agustín Caffaro, sin mucho lugar en Boca Juniors. La principal pérdida es la de Bruno Barovero, el principal arma ofensiva que tuvieron los Tigres en la campaña del ascenso; para suplirlo apostar a Kelley y a Martín Cuello. Específicamente éste último ha tomado un rol protagónico en ofensiva dentro de la preparación, por lo que allí podrían haber encontrado una solución. Igualmente el tiempo y los partidos determinarán cuánto se han podido acoplar las apuestas por las que optó la institución de Sunchales.
La Zona CABA cuenta con la particularidad de tener un equipo de Río Gallegos en su composición. Con Hispano vamos a arrancar, un equipo que se ha hecho fuerte en base a una química muy especial, un ataque intensa y un hombre clave en los tableros como Javier Carter. Justamente el panameño generó un conflicto importante en las horas previas al inicio del Súper 20, ya que no se presentó en las instalaciones del club y, muy por el contrario, firmó otro vínculo con un equipo europeo. Ahora el club está atravesando todos los litigios legales, pero lo más probable es que no siga vistiendo la camiseta Celeste, algo que sin duda golpea en el sistema de Marcelo Richotti. A su vez, la salida de O'Bannon le imprime una mayor responsabilidad a los perimetrales que se sumaron: Hurtt, Carlos Buemo y Diego García. Es una incógnita cómo se acoplarán las nuevas piezas, pero con el transcurso de los partidos sabremos si están para repetir las muy buenas campañas del último tiempo.
Luego sí, el grupo está compuesto por equipos de Capital Federal. Obviamente quien se lleva todas las miradas es San Lorenzo, un equipo que supo reinventarse ante la salida de Gabriel Deck, Javier Justiz, Selem Safar y Matías Sandes, en base a una enorme erogación para mantener la vara tan alta como siempre. Llegaron tipos de enorme jerarquía y con demostraciones sobradas que pueden jugar acá: Sims y Meyinsse, los pilares de Atenas, el pibe Maxi Fjellerup, Eric Dawson y Tyronne Curnell desde Brasil. Ellos se sumaron a una base de una calidad enorme, no solo para Argentina, sino para Sudamérica, por lo que las expectativas se mantienen a tope en cuanto a las posibilidades del Ciclón. Igualmente habrá que ver como se maneja tal abundancia, sobre todo en la necesidad que varios jugadores cedan un poco del protagonismo del último tiempo en pos del objetivo común: no solo ganar el Súper 20 y a nivel internacional, sino ser el primer tetracampeón de la Liga Nacional.
Por su parte, Ferro apostó por los jugadores nacionales y los pibes para esta etapa de la temporada. De hecho, Hernán Laginestra comenzará el Súper 20 sin extranjeros y con pocas fichas mayores: Seba Orresta, Mauro Cosolito, Mariano Fierro y Kevin Hernández, recordando que aún falta para que Lucho Massarelli pueda volver a las canchas tras su lesión de rodilla. Este panorama por un lado te quita ese salto de calidad que puede significar un foráneo, pero por el otro te permite adelantar plazos en lo que tiene que ver con la construcción de una química e identidad de juego. Está claro que para la Liga Nacional el equipo será mucho más largo, pero será un desafío importante para chicos de gran proyección como Iván Gramajo, Tomás Spano, Rómulo Gusmao e incluso el juvenil Varisco.
Totalmente inversa es la actualidad de Boca Juniors, ya que el entrenador Guillermo Narvarte y la dirigencia han logrado diagramar un equipo muy balanceado y con una gran cantidad de variantes, tanto adelante como atrás. Esa característica de plantel completo se logró con las llegadas de Konsztadt, Flor, Sansimoni, Roquez Johnson, Jasiel Rivero y Matías Sandes. Posiblemente, Eric Flor y Jasiel Rivero se terminen erigiendo como las principales armas ofensivas, por sus penetraciones-tiro externo y capacidad para dominar en los tableros, respectivamente. Quizás lo que resulta perjudicial para el Xeneize en este comienzo de temporada haya sido el accidentado proceso de pretemporada. Sin ir más lejos, Rivero llegó el jueves pasado y Eric Flor estuvo varios días ausentes debido a su citación para la cuarta ventana FIBA. Acá la palabra clave, como en muchos otros equipos que se reconstruyeron, es acoplamiento. Las expectativas se basarán de acuerdo al tiempo que les lleve amalgamarse en torno a una idea común.
En cuanto a preparación exigente y enriquecedora, la de Obras parece haber sido de las mejores entre los equipos de Liga. El Tachero viajó a Europa y disputó varios partidos amistosos contra equipos ACB y LEB Oro, con un excelente balance de seis victorias y apenas una derrota. Esa clase de viajes, con varios juegos incluidos, permite acelerar los tiempos para afianzar la química y la idea de juego, lo que podría ser una de las ventajas de este joven equipo en el Súper 20. El único mazazo en contra fue la lesión de rodilla sufrida por Lautaro Berra, una de los canteranos de Obras con más proyección. En el marcado, la salida más dura fue la de Víctor Liz; su capacidad anotadora desde el perímetro deberá ser sustituida por el debutante Dion Dixon, por lo que esta es una de las grandes incógnitas del plantel. ¿Podrá cumplir ese rol? Pero lo más importante y positivo para el Tachero radica en que pudieron mantener gran parte de su base de la última temporada, incluido el desequilibrante Maurice Kemp, quien seguirá siendo una de las armas de combate de este equipo que se hace fuerte a partir de imprimirle velocidad y transiciones rápidas al juego.
Por última, la Zona Provincia posee un claro favorito, no solo por virtudes propias, sino también por déficits y dificultades de sus rivales de turno. Se trata de Gimnasia de Comodoro, un equipo con una idea definida y que supo forticarla a partir de la renovación de las piezas más importantes del plantel: Juan Manuel Rivero, Diego Romero, Franco Girogetti, Manuel Buendía, Yoanki Mencia y Shaq Jonhson, quien tuvo que ser reemplazado por Lewis debido a su lesión. Vuelve un viejo conocido como Eloy Vargas y se suman tipos experimentado Lucas Pérez y Seba Vega, por lo que las principales incógnitas pasarán por Lewis -deberá transformarse en una opción importante de gol- y por Jaqhawn Thomas, quien vivirá su primera experiencia profesional. Tal como las últimas temporadas, el Verde de Martín Villagrán será largo y tendrá muchas variantes, desde certeros tirados a jugadores que pueden hacer daño en el poste bajo. A nivel defensivo, a priori se los nota versátiles, una virtud que vale oro en el básquet actual.
El resto de los equipos del grupo han sido desmembrados. Algunos prácticamente hasta los huesos y otros tuvieron que dejar escapar pocas piezas, pero fundamentales en cada uno de los sistemas. Esto último pasó con Bahía, que transfirió a Máximo Fjellerup a San Lorenzo y se quedó así sin su máximo exponente. Está claro que la institución tiene esa clara visión formadora, por lo que están dispuestos a estas clases de pérdidas, tal como sucedió con Lucio Redivo en el mercado anterior. Sin embargo, en esta oportunidad parece que arrancarán un poco más retrasados que antes. Tras el retiro de Pancho Jasen, Sepo Ginóbili pierde un referente en el vvestuario y un mentor para los chicos, pero lo más curioso es que iniciará el Súper 20 sin nacionales mayores ni extranjeros norteamericanos: los únicos serán el panameño Jamaal Levy y el brasileño Gerson Santo. Sin dudas este año -por lo menos este Súper 20- será el de mayor roce y exposición para los jóvenes del club, algunos de los cuales deberán tomar más responsabilidades, como son los casos de Santi Vaulet, de Corvalán o del propio Juampi Vaulet.
Quilmes y Argentino fueron los que se desmembraron debido a una dura situación económica. De hecho, el Turco de Junín puso en venta su plaza en la élite y si hubiera aparecido un comprado hoy estaría en otro nivel. Quilmes tuvo problemas para pagar una deuda que mantenía con Omar Cantón, Nicolás Ferreyra y Emiliano Basabe, situación que culminó con la desvinculación de los dos últimos. Además tuvieron que desligarse de sus principales figuras del último tiempo: Eric Flor, Bruno Sansimoni, Enzo Ruiz. Estas dos instituciones tuvieron que bajar estrepitosamente su presupuesto, algo que está bien para no tener que enfrentar problemas como los del Tricolor en este mercado. Pero lo negativo es que las expectativas están muy por debajo de los últimos años. Habrá que ver como utilizan sus escasos recursos y si lograr acoplarlos para gestar una identidad que les permita salir adelante en un año que se avisora muy complicado.
Por último, Peñarol parece ser a priori el rival más serio para Gimnasia dentro de la zona, debido a una buena mezcla entre experiencia y juventud. Lejos de los presupuestos con los que contaba en sus años de gloria, el Milrayitas realizó diversas apuestas: contrató a un extranjero debutante -Maxwell-, a dos de las grandes figuras de la Liga Argentina -Barovero y un viejo conocido como Lauría- y también optó por darle mayor espacio a jóvenes como Juani Marcos, Monacchi o Valinotti. Estos nombres se apoyarán en un buen sostén de jugadores nacionales con experiencia y categoría dentro de la Liga, como los son Gianella, Alloatti y Tintorelli. Eso sí, son un equipo con una rotación corta. Los marplatenses precisarán de la mejor versión posible de Gianella y Barovero, porque sin ellos en un alto nivel, parecen carecer de las opciones anotadores necesarias como para ser un equipo competitivo. A menos que sus jóvenes tengan una Liga de despegue, hay muchas chances de que sean uno de los conjuntos más dependientes de su quinteto inicial, a la hora de la distribución de los puntos.