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Nunca antes en la historia de la NBA, dos equipos se habían visto las caras en la final en tres años de manera consecutiva. Por supuesto que la racha se cortó este año, cuando Warriors y Cavaliers accedieron a la definición, para repetir lo que ya habían realizado en el 2015 (título de Golden State) y 2016 (campeonato de Cleveland). En contraste, sí hubo algunas instancias de una final repetida en dos campañas, incluyendo la reciente entre San Antonio y Miami en 2013 y 2014. ¿Cuáles son todos estos antecedentes? Repasemos.

La primera repetición se dio entre los Minneapolis Lakers y los New York Knicks, en 1952 y 1953. En la primera ocasión, los Lakers tuvieron que sufrir bastante para vencer a los Knicks en siete partidos (4-3), aunque al año siguiente todo fue mucho más sencillo: 4-1 y bicampeonato asegurado. Para New York, la de 1953 era la tercera final perdida de forma consecutiva, si tenemos en cuenta que en 1951 habían caído ante los Royals. 

Cuatro años más tarde , hubo una nueva situación similar, aunque esta vez con ganadores divididos: los Boston Celtics se impusieron a los St. Louis Hawks en el campeonato de 1957 por 4-3, mientras que los Hawks se tomaron revancha al año siguiente venciendo a los de Red Auerbach por 4-2. Las dos mismas franquicias, Hawks y Celtics, volvieron a repetirse en la final de 1960 y 1961. En la primera ocasión los de Auerbach se impusieron por un cerrado 4-3, mientras que en 1961 la victoria de Boston fue más clara: 4-1. 

Los años ´60 vieron el nacimiento de la rivalidad entre Celtics y Lakers, quienes se disputaron el título en seis ocasiones desde 1962 hasta 1969. En 1962 la victoria quedó en manos de Boston por 4-3, mientras que en la siguiente temporada los verdes se impusieron por 4-2. Luego de quebrarse la tendencia en 1964 (Warriors ganó el Oeste), los Lakers perdieron dos nuevas finales contra Bill Russel y compañía en 1965 (4-1) y 1966 (4-3). En 1967 ninguno accedió a la definición, pero Boston volvió a dominar a los angelinos en 1968 (4-2) y 1969 (4-3).

Lakers y Knicks volvieron a protagonizar la final en 1972 y 1973. Encabezado por Wilt Chamberlain, Los Angeles festejó por 4-1 en 1972, aunque New York se tomó revancha al año siguiente (4-1) con Willis Reed como el MVP de la serie. La década del ´70 tuvo una repetición más: los Bullets derrotaron a los Sonics por 4-3 en 1978, mientras que Seattle se vengó 12 meses más tarde, superando al mismo rival por 4-1.

En los ´80 hubo tres finales repetidas, siempre con los Lakers de Magic Johnson como protagonistas. En 1982 superaron a los 76ers por 4-2, para luego ser barridos por 4-0 en 1983. El siguiente cruce doble fue contra Boston: derrota por 4-3 en 1984 y victoria por 4-2 en 1985. Por último, también se repartieron festejos contra los Detroit Pistons: triunfo en 1988 por 4-3 y caída en 1989 por un contundente 4-0.

A partir de ahí, la frecuencia de este escenario disminuyó considerablemente, en dos décadas donde la NBA se volvió mucho más pareja y competitiva. En los ´90 hubo una sola repetición: las dos victorias por 4-2 de Chicago ante Utah en 1997 y 1998. Desde entonces, las últimas veces que ocurrió fueron las ya mencionadas: Spurs vs Heat en 2013 y 2014 y Cavs vs Warriors en 2015 y 2016 (en ambas ganó un título cada uno).

En total, hubo 14 finales que repitieron a los mismos protagonistas del año anterior. En ocho ocasiones, el perdedor de la campaña anterior se quedó con el festejo, mientras que seis veces hubo un mismo campeón y subcampeón.