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Por todos es sabido que el baloncesto es un deporte muy completo que exige lo máximo a los deportistas que lo practican. Pero ser un profesional de la NBA va más allá del esfuerzo, ya que con más de 80 partidos disputados en menos de un año natural, los jugadores –y el cuerpo técnico- se ven en la necesidad de cuidarse mucho para poder soportar la exigencia de este torneo.

Por este motivo, cada equipo tiene unos responsables de la alimentación y suplementación de los deportistas, preparadores físicos, dietistas, etc. Con todo,  parece que para algunos de los mejores jugadores de la competición estos planes predefinidos no tienen utilidad y han decidido modificar sus hábitos alimentarios.

Uno de ellos ha sido la superestrella Kyrie Irving, un jugador que estuvo en boca de todos el pasado verano por su traspaso de Cleveland Cavaliers a los Boston Celtics y que aún sigue dando mucho de qué hablar, ya que el motivo de su traspaso sigue sin estar del todo claro; el australiano asegura que no le querían allí y LeBron niega lo que cuenta el base. Dejando a un lado las pullas entre ambos jugadores, Irving está haciendo una temporada sobresaliente en Boston, con un promedio anotador muy alto y repartiendo juego, algo que quizás no esperaban los aficionados de los Celtics debido a la fama que tiene la estrella de ser excesivamente egoísta con el balón. Estos buenos resultados obtenidos se deben, en gran medida, -bajo su opinión- a un cambio en su alimentación, y es que este habilidoso base ha comentado en diversas ocasiones y hasta en un anuncio para Nike que actualmente sigue una dieta vegana.

Esta dieta, -por si hay algún despistado que todavía no la conoce- consiste en no comer nada que provenga de un animal, tan solo productos de origen vegetal. Adaptarse a este tipo de alimentación no ha sido algo fácil para los deportistas de éxito, ya que en un principio se pensaba que podía afectar a su rendimiento al presuponer la ausencia de complementos esenciales para su organismo. A pesar de ello, con el tiempo se ha demostrado que no es así y que incluso puede llegar a mejorar sus resultados deportivos. Además de Irving, deportistas de otros campos como Lewis Hamilton, Daniel Negreanu o Venus Williams también han eliminado la carne de sus vidas y colocan el cambio como la clave de su éxito.

Tras conocerse los jugadores que irán al All-Star y saber que el exitoso Paul George se quedaría –incomprensiblemente- fuera de la lista de jugadores, Westbrook ha acusado directamente a los Warriors y a Damian Lillard, otro jugador que suele estar en boca de todos y no siempre con fines positivos. El jugador de Portland, uno de los mejores bases de la liga, también ha asegurado que la adaptación a la dieta vegana le permite estar a un mejor rendimiento mental y físico, algo que no dudamos, pues sus temporadas en los Trail Blazers han sido excepcionales y tal y como ha declarado en las últimas horas se merece estar en el All-Star, aunque no formará parte del quinteto inicial.

Otro jugador que ha optado por una dieta vegetal es Wilson Chandler, el alero de Denver que vivió sus mejores momentos en New York llegando a tener un promedio anotador en el año 2010- 2011 de 16.4 puntos por partido. El jugador de los Nuggets ha comentado que este tipo de alimentación le ha ayudado además de en lo deportivo en lo psicológico, pues asegura que desde entonces tiene mucho mejor humor; quién lo diría viéndole batirse el cobre en la zona…

JaVale McGee, actual campeón de la NBA con los Warrios, es otro de los jugadores que se ha decidido a modificar su alimentación. En este caso, el motivo es más simple que el del resto de sus compañeros de profesión, y es que parece que solo lo ha hecho para perder peso y estar en mejor forma, algo que le puede ayudar a salir traspasado a los Bucks y tener allí un rol protagonista.

Como vemos, nuevas formas de alimentación están adquiriendo mayor importancia poco a poco en la totalidad de la sociedad, desde las personas con vidas normales hasta los deportistas de élite.