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Tras visitar al Dr. Neal ElAttrache, Kobe Bryant recibió la confirmación del diagnóstico inicial de desgarro en el manguito rotador de su hombro derecho, según anunciaron los Lakers el lunes.

La consulta en la Kerlan Jobe Orthopaedic Clinic resultó en la sugerencia del cirujano en que Bryant pase por el quirófano, y el escolta aceptó, por lo que la operación quedó programada para el miércoles por la mañana. “Hablé con él esta mañana antes del examen y le dije que rezaría por él”, dijo Byron Scott. “Acabo de recibir la noticia de la cirugía”.

El entrenador avisó que Bryant estaba de buen ánimo. “Se lo notaba bien”, opinó. “Probablemente yo soné peor que él. Todos sabemos lo fuerte que es, es un soldado. Su regreso será más temprano que tarde”.

La noticia pegó fuerte en el plantel. “Me siento mal por él porque es un guerrero que ha pasado por muchas cosas en estos últimos dos o tres años”, confesó Carlos Boozer. “Volverá más fuerte, atacará la rehabilitación y estará listo para lo que viene”.

Scott aseguró que seguirá adelante con la fórmula actual en busca de encontrar el equipo óptimo para el resto de la temporada. “Lo que hemos estado haciendo lo haremos por el resto del año”, aseguró. “Iremos con lo que tenemos y buscaremos seguir mejorando en el costado defensivo y ofensivo”.

Los tiempos de recuperación de Bryant, quien sufrió la lesión el miércoles pasado ante los New Orleans Pelicans, se anunciarán después de la cirugía, pero no se cree que vuelva a las canchas en esta temporada y probablemente se trabaje en su recuperación para la 2015/2016, apuntado como la última de su carrera.

“Creo que ya lo ha demostrado con la lesión en el tendón de Aquiles”, dijo Scott. “Si alguien lo puede hacer es él. Les demostró a todos que le queda mucho en el tanque y que tiene el hambre para demostrarlo de nuevo”.