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En la noche de sábado se produjo el tan esperado regreso de Stephen Curry al primer equipo de los Warriors, tras haberse esguinzado el tobillo el pasado 5 de diciembre ante los Pelicans. Jugó 25 minutos ante Memphis Grizzlies, se despachó con 38 puntos y además fue la figura de una gran victoria de Golden State (141-128). Su efectividad fue superlativa: 13/17 de campo (76.5 por ciento) y 10/13 en triples (76.9 por ciento).

La estrella más importante de los Warriors volvió a jugar en Oakland y, como nos tiene acostumbrados, deslumbró a propios extraños, incluido su entrenador Steve Kerr: "Se podía escuchar en el estadio esta noche. Todo parece estar mejor. La comida va a tener mejor sabor, mi esposa se verá aún mejor de lo que ya está, mis hijos van a ser felices... Steph tiene ese tipo de impacto".

Stephen Curry también habló luego del partido y sus conceptos no tuvieron ningún desperdicio: “Estaba feliz de estar de vuelta junto a mis compañeros. Estuve descansando durante 11 partidos y me preguntaba cómo sería volver a jugar en la cancha; por fin he podido comprobarlo. No sabía que esperar. Sorprendentemente, creo que mi cuerpo ha reaccionado mejor de lo esperado. Queria sentir esa sensación otra vez, como si nuevamente fuera el primer día de colegio”.