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Salir subcampeón de la Liga Nacional y perder (encima a manos del campeón) a Facundo Piñero, Luciano González, Esteban Batista y hasta al entrenador, Facundo Muller, era un desafío difícil de bancar para Instituto, porque además no subió su presupuesto de manera de reponer las bajas con otras de la misma talla. 

Sin embargo, los cordobeses se mantuvieron siempre entre los cuatro primeros, hicieron un buen papel en la Champions, siendo eliminados por Flamengo de Brasil y también fueron parte de la F4 del Súper 20, donde finalizaron cuartos. 

En cuanto al rendimiento, Sepo Ginóbili tuvo que resolver varias cuestiones en el transcurso de la temporada, y la más dura fue decidir el corte de un ídolo local, como Dwayne Davis, que nunca se terminó de acomodar en su retorno al club tras un año en Uruguay, y que no consiguió arreglar su guerra personal contra los árbitros. 

Sin Davis, Instituto se apoyó mucho en uno de los jugadores que más crecieron en la temporada: Martín Cuello, que venía de romperla en Libertad y volvió a hacerlo en un equipo de punta, demostrando su potencial. Después repartió responsabilidades y varios cumplieron. Como le pasó a la mayoría de los que estaban entre los 8 que podían jugar playoffs, se quedó con la incertidumbre de saber si con esto le alcanzaba para soñar.

PG: 15
PP: 7
Récord local: 8-1
Récord visitante: 7-6
Entrenador: Sebastián Ginóbili (15-7).
Posición final: 4°
Estadísticas acumuladas del equipo: aquí