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El baloncesto es rigurosidad, vertiginosidad, volatilidad y creatividad. Hay incertidumbre, imprevistos, errores, aciertos y desentendimientos. Pero también hay fortuna y efectos que los entrenadores no pueden controlar. Por ende, es necesario que cada uno de los técnicos se guíen (y orienten a sus jugadores) en base a una serie de reglas que les permitan disminuir el margen de suerte para sacarle el mejor rendimiento posible a sus equipos. 

En el banco todos tienen sus Biblias, manuales con jugadas, situaciones de ventajas e indicaciones que, a base de estudios, scouting y conocimiento de sus dirigidos y los rivales, proporcionan herramientas para paliar las acciones de los rivales. Una cortina para forzar el cambio y el emparejamiento de un grande con un chico en el poste bajo, la marca seguidor en las salidas de las cortinas a un tirador eficiente o la transición a tres calles en un contragolpe son algunas de los ejemplos que buscan aplicar en cada partido. 

Es por ello que hoy se decidió dejar de lado la mecanografía y analizar una situación puntual del baloncesto: la defensa de los lanzamientos rivales. ¿Cuándo es recomendable saltar? ¿Qué les aconsejan a sus jugadores? ¿Es mejor puntear el tiro a permitirle sacar provecho de la elevación? 

Los fanáticos, periodistas y cualquier persona que mira el deporte de la redonda se preguntan siempre qué hacer y qué no hacer en este sentido, pero no tienen maneras de llegar a una conclusión. Por eso, Básquet Plus comenzó a aunar interrogantes y consultó los pensamientos y criterios de algunos de los entrenadores de mayor renombre nacional e internacional para conocer su mirada acerca de esta dicotomía. 

“A mí me gusta como regla saltar solo si el jugador ofensivo también salta, que, lógicamente, es muy difícil de leer y ejecutar, pero es un parámetro más justo y te evita seguir de largo como a veces pasa. En la LDD teníamos esa regla. El tema es que ya no alcanza con ir y levantar una mano, los tiradores son muy buenos. Es muy difícil de leer y a veces los que estamos afuera, que no sabemos lo que es jugar al básquet a ese nivel, hablamos desde un lugar muy cómodo. Los reflejos también te traicionan”, explica Santiago Belza, asistente de Peñarol de Mar del Plata. 

Por otro lado, Diego Vadell, entrenador de San Martín de Corrientes, exclama: “Saltar nunca. Siempre prefiero puntear, correr, llegar y contestar. En Synergy, por ejemplo, están diferenciados los tiros contestados y sin contestar, y la diferencia es de porcentajes de acierto es grande. En la NBA o en Europa dicen lo mismo, que saltar está mal. Dicen que Gregg Popovich, entrenador de San Antonio Spurs, tiene como regla que el que hace falta al tiro debe pedir el cambio solo e irse al banco, por ejemplo”. 

En esta línea se enmarca Silvio Santander, director del Programa Nacional Formativo de la CABB, al comentar que no es recomendable la elevación. “Sugiero en el close-out (cierre defensivo al jugador rival) no saltar y contestar a mano cambiada”, explica. 

Ariel Rearte, técnico de Comunicaciones de Mercedes, también remarca la importancia de mantener los pies en el piso y comenta: “A mí gusta puntear el tiro con los pies en el piso. Esto no quita que con el reloj de tiro muy avanzado contestes saltando para forzar una acción más”. 

Haciendo referencia al segundo partido de las pasadas finales de la Liga Endesa entre Real Madrid y Barcelona, el chaqueño dice que “a veces quedan como en Madrid por una buena acción, pero es más determinante perder el rebote defensivo en una acción de tiro libre, donde podemos influir mucho más. Yo me castigo esa acción, me pasó este año en Córdoba contra Atenas. Perdimos el rebote y el partido posteriormente”. 

Teniendo como parámetro este mismo partido, el entrenador de Estudiantes de Concordia, Eduardo Japez declara: “Tomando a Carroll (Jaycee) como tirador, mi idea es puntear y sostener el uno contra uno, sin fintas, en caso de que la pelota vaya al piso”. En el caso de un base pequeño como Facundo Campazzo, Chiche no negocia su idea y mantiene que “al ser más pequeño no tengo dudas de seguir punteando, más aún cuando quedan pocos segundos como en esa situación. Nada de volar, siempre los pies en la tierra”. 

Distintamente a los últimos tres entrevistados, Belza vuelve a poner el foco en la importancia de hacer algo más y reflexiona que hay jugadores que pueden anotar a pesar de dicha táctica defensiva. “Jugadores como Donald Sims o Paolo Quinteros son capaces de lanzar y marcar a pesar de los punteos. Por eso digo que depende de muchos factores. Lo mejor es tener reglas y entrenarlas, cosa de morir con la tuya, pero que todo el equipo se rija por algo. Si va a ser puntear, que sea sólo puntear, si va a ser saltar sólo si el otro salta, que sea eso”.