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La NBA, o el deporte profesional, no es una cuestión solamente deportiva. Ni científica. Y hay situaciones que potencian algo que la NBA exprime al máximo: la mezcla de talento deportivo, carisma y marketing. Luka Doncic le ha caido del cielo a la Liga en el momento que LeBron James se acerca al cierre de su carrera y los príncipes no sobran: Steph Curry, Kevin Durant y...poco más. Kawhi Leonard rebota en algunos de los puntos indicados, a Harden le sobra marketing pero le faltan otras cuantas cosas y a Kyrie Irving le sobra talento pero tampoco aprueba en lo otro. De hecho, Durant no aprueba. ¿Son James y Curry entonces las dos grandes estrellas para lucir en la marquesina? Hasta ahora. 

Doncic no solamente le da esa frescura que tiene alguien joven, rubio, pintón, carismático, europeo y, también, talentoso. Agigante incluso por oposición a la otra gran estrella en pleno surgimiento, con Giannis Antetokounmpo, que solo comparte el talento y el origen europeo: después es negro, atlético, y con no demasiadas otras cualidades fuera de lo deportivo. 

La pregunta hoy es si, luego del MVP otorgado al griego en la 2018/19, hay chances de que este año le toque a Doncic. Sería una bomba. El premio se otorga desde la campaña 1955/56 y se lo llevó por primera vez Bob Pettit, el pivote blanco de St. Louis Hawks. Tenía 23 años y solamente una vez en la historia, luego de ese 1956, lo ganó alguien todavía más joven. Fue Derrick Rose en 2011, cuando todavía jugaba en Chicago Bulls. En este medio siglo, solamente unos pocos ganaron el MVP con menos de 25 años: Kareem Abdul-Jabbar (2 veces), Dave Cowens, Bob McAdoo, Moses Malone, Michael Jordan, LeBron James y Giannis Antetokounmpo. 

Luka Doncic cumplirá el 28 de febrero de 2020 apenas 21 años. ¿Puede ser el que rompa todas las marcas? Sería, además de el mas joven, apenas el cuarto no estadounidense en ganar el premio, tras Steve Nash, Dirk Nowitzki y Antetokunmpo (Duncan y Olajuwon se nacionalizaron). Puede, porque está teniendo un inicio de temporada fabuloso, con 29.5 puntos, 10.7 rebotes y 9.3 asistencias en 13 partidos jugados, dentro de los cuales consiguió ya 6 triple dobles. Pero además está llevando a Dallas a un lugar que no tenía desde que salió campeón en 2010/11. Es cierto que luego llegó 4 veces a los playoffs (no en los últimos 3 años), pero las cuatro veces cayó en primera ronda. 

Con Doncic y Porzingis, básicamente, la franquicia recuperó la esperanza y, si logran mantener este rendimiento y pasar esa franja de primera ronda (ni hablemos de una final de conferencia), no debería extrañar para nada que Doncic se lleve el MVP. Este año no tiene a un rival directo (Durant), Curry se perderá buena parte de la primera mitad del año, LeBron está en un plan más colectivo que individual y Harden ya cosecha más detractores que fans. Los dos grandes candidatos a sacarle el premio son dos. Otra vez Antetokounmpo, aunque suena difícil. Y Kawhi Leonard, el mejor jugador del mundo en la actualidad, sin discusiones. Pero, como empezamos esta nota, la NBA no es lineal y no se mide todo con una sola vara. Y, con todas incluidas, Doncic le saca ventajas a la mayoría.