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Houston Rockets (2) 111 - Dallas Mavericks (0) 99

Arrastrando el ímpetu del triunfo del primer partido, Houston tuvo un mejor inicio en el segundo duelo, tomando ventaja de 7-0 con un encendido James Harden, quien nuevamente se mostraba tan efectivo a la hora de buscar el aro, como de asistir a sus compañeros. Dallas, que tuvo la novedad de Richard Jefferson como inicial, en lugar del lesionado Chandler Parsons, estaba impreciso y comenzaba a ver como los Rockets controlaban las acciones del juego.

El problema para los de McHale fue que aunque Harden estaba muy metido, al resto le costó entrar al partido, en parte por errores propios, pero también por una mejorada defensa de los Mavs. Además, la banca de Carlisle dio algunas respuestas (buenos minutos de Aminu, Barea y Stoudemire) para acercarse y cerrar el parcial abajo por la mínima: 24-23.

A diferencia del primer período, fueron ahora los suplentes de Houston los que dieron respuestas: Pablo Prigioni tuvo un buen ingreso desde la conducción, mientras que Corey Brewer aportó su habitual energía y goleo, para que los dueños de casa volvieran a tomar cierto aire en el marcador.

En el final de la primera mitad, los visitantes le dieron un nuevo cambio al trámite del encuentro y fueron nuevamente dos suplentes los encargados de la reacción. Raymond Felton, aprovechando la lesión de Devin Harris, vio minutos y respondió desde la anotación, mientras que el nigeriano Al Farouq Aminu hizo pesar su enorme capacidad atlética en ambos costados. Los Rockets encontraron nuevamente a Harden como su figura, pero igualmente, el primer tiempo se cerró en un clima de mucha paridad (53-51 Houston).

El comienzo del tercer período mantuvo la cercanía en rendimientos y resultado. Los locales encontraban muy buenos minutos de parte de Dwight Howard, pero los Mavericks tenían un buen pasaje de parte de Monta Ellis, de irregular serie hasta el momento, además de otro interesante ingreso de José Juan Barea.

Las primeras diferencias importantes en la noche texana aparecieron a partir de ahí. Dallas cometió algunos errores en ataque, le permitió a los Rockets correr por primera vez en el duelo a su rival y en ese escenario, con Josh Smith como líder, Houston tomó ventaja de siete. Igual, no pudo mantenerla y con más aportes importantes de Aminu y un triple agónico desde 9 metros de Elis cuando el cuarto llegaba a su final, los dirigidos por Carlisle cerraron a uno (81-80), dejando todo abierto para la definición.

Finalmente, un encuentro que había sido sumamente parejo durante 36 minutos, se quebró en sus últimos 12, con una situación poco esperada: con Harden en el banco y Prigioni en el campo, los Rockets encontraron un movimiento de balón poco habitual, que expuso las deficiencias defensivas de su rival, sobre todo en el juego interno con la pareja Nowitzki-Stoudemire. 

Increíblemente, se vio una sucesión de cinco alley-oops casi consecutivos de Josh Smith como pasador y Dwight Howard como definidor, que comenzaron a inclinar la historia en favor del local. Houston recurrió a esa jugada una y otra vez y los Mavs nunca mostraron señales de poder detenerla. Cuando Tyson Chandler volvió a la cancha para poner algo de orden en la zona pintada, ya era demasiado tarde.

Dallas intentó dejar atrás ese mal momento para generar una remontada, pero Smith estaba encendido en los Rockets y jugando su mejor partido en mucho tiempo, fue clave para mantener a los visitantes a una buena distancia. Luego, fue el turno de Prigioni, muy importante en esa mejoría marcada en el movimiento de pelota de Houston, quien encima convirtió un doble a media distancia y más tarde un triple, que terminaron de borrar cualquier tipo de expectativa sobre el resultado final. Los de McHale acabaron imponiéndose por 111 a 99, para tomar ventaja de 2-0 en una serie que ahora se traslada a Dallas para el tercer choque.

Pablo Prigioni: 7 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 1 falta, 1 pérdida, 2-4 en dobles y 1-2 en triples durante 24 minutos de juego.