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Luego de la eliminación de Ceferino Alianza Viedma en la reclasificación de la Conferencia Sur, el entrenador Leandro Hiriart realizó un balance de la campaña en el TNA.
 

. ¿Cuál es la reflexión que haces como entrenador del equipo?
- Me equivoque y por ende soy el responsable número uno de esta campaña decepcionante. Cuando llegue a Viedma, la dirigencia no me exigió resultados. Me pidieron que arme un equipo con carácter, comprometido, que se identifique con la gente a través de la energía y que valore el esfuerzo. Me pidieron cuidar las formas por sobre el resultado. Está claro que no lo hicimos.

. ¿Cómo fue tu relación con los dirigentes?
- Me otorgaron absoluta libertad para conformar un plantel que creí, iba a cumplir bastamente con el pedido. Elegí a cada uno de los jugadores, e  incluso, disentimos cuando hubo que cambiar fichas mayores, y siguieron respetando mi decisión. El grado de conocimiento basquetbolistico de varios dirigentes es alto. A pesar de tanta irregularidad, nos respaldaron en cada momento de la temporada. Fuimos un equipo con un alto nivel de excusa y de queja constante. Con poca autocritica y carente de humildad. Nunca supimos retribuir ni una parte de todo lo que pedimos a cambio. Siempre creímos tener razón con un alto nivel de desconocimiento de la realidad y del medio donde nos manejamos. El TNA consiste, en reiteradas ocasiones, en aceptar y gestionar el desorden. Ninguno venía (salvo el extranjero)  de otra categoría.

. ¿Existen responsabilidades compartidas en esta campaña?
- No creo bueno ni serio hacer responsables directos. Repito que el responsable número uno soy yo. Cada uno sabrá la temporada que hizo. Lo que dio y lo que no. Hubo jugadores dignos de ser profesionales y altamente rescatables, y otros que prefirieron anteponer su ego por sobre el equipo. No lo entiendo. Esto es TNA. Una categoría donde sin hambre ni humildad muy poco logras. Una categoría donde no hay  jugadores que te garanticen puestos aun teniendo el mejor presupuesto. Lo único diferente es la Liga Nacional. Por eso no entiendo al entrenador o jugador de TNA que se cree "distinto" en una categoría de obreros. Somos todos parecidos. Y en este nivel de equidad, los más humildes e inteligentes sacan ventaja. Está claro y expuesto que nosotros no lo fuimos.

. ¿Te quedas con una deuda pendiente?

- Confíe plenamente y no resultó. La expectativa era alta por lo cual el grado de decepción también lo es. Me hago cargo. Le incumplí a la gente que confío en mí y es el mayor dolor que me llevo. Las respuestas eran dentro del campo defendiendo con espíritu amateur nuestra condición de profesionales. No lo hicimos. Perdimos una gran chance.