El Preolímpico ya empezó a jugarse. El miércoles se realizó el sorteo y la Selección ya sabe que en la primera fase estará en el Grupo B y tendrá que enfrentarse a Puerto Rico, Canadá, Venezuela y Cuba. Rivales más que duros, como serán todos en este torneo que pinta muy bravo para conseguir uno de los dos lugares directos a Río de Janeiro. Y también será complejo quedarse con alguno de los tres pasajes el Repechaje Mundial.
Sergio Hernández estuvo en Monterrey para el sorteo y en las últimas horas regresó al país. Pensativo y analista como de costumbre, el entrenador nacional habló con Básquet Plus para contar las sensaciones después del viaje a México. El torneo, el equipo, la situación de los históricos y una confesión sobre la situación de Ginóbili.
-¿Cómo viviste este viaje por Monterrey? ¿Te generó algo de ansiedad por estar ahí y empezar a vivir lo que se vendrá en unos meses?
-La ansiedad no es una de mis características. Además, a esta altura son muchos años viviendo lo mismo. Fui con entusiasmo y agradecido por la invitación. La pasé bien, era un momento bastante importante de lo que será el Preolímpico, que hasta siento que tiene un poco más de dimensión que otros. Lo que sí veo de este Preolímpico, ya desde antes, es que hay varios países que se sienten candidatos a clasificarse y que irán con esa idea. Más allá de Brasil, que la verdad es que no sé bien lo que pasa con ellos pero voy a respetar la palabra oficial que dice que no está clasificado. Entonces, Brasil, México, Argentina, Puerto Rico, Canadá, Dominicana y Venezuela van con la mentalidad de clasificarse directo a los Juegos Olímpicos. En otros casos siempre había menos candidatos firmes, algunos más que iban a buscar el Repechaje y otros que iban a hacer experiencia. Hoy hay pocos que van a buscar experiencia. Los que no están entre los candidatos, Cuba, Panamá y Uruguay, también van con la idea de meterse entre los cinco primeros para ir al Repechaje y tienen personal para hacerlo. Después, el sorteo en sí no me generaba demasiada expectativa, porque por el tipo de torneo que es, donde en la segunda fase jugás contra los de la otra zona, no tenés muy claro si querés jugar contra un rival más débil en la primera vuelta o en la segunda. Sí lo que podés ver si tenés experiencia es descubrir qué equipos van subiendo su nivel en la competición y quiénes van bajando. Por ejemplo, cuando Casiano (DT de México) eligió último a Uruguay para la primera fase fue porque es un equipo que empieza muy fuerte pero va cayendo por su personal corto. Vas viendo esas cosas pequeñas, que no por chiquitas dejan de ser importantes. Y ahí se puede hablar de estar en una zona mejor que otra. Pero en este caso, las dos zonas son súper competitivas, yo ya sabía que iba a ser así.
-Está claro que la diferencia en la mayoría de los rivales es poca, soy muy duros. Pero en la situación actual de Argentina, ¿preferías ir en la primera fase con los que son un poco más débiles o en la segunda?
-Teniendo en cuenta que somos un equipo renovado y que seguramente será con mayoría de jóvenes, no sólo en edad sino en experiencia en este tipo de eventos, me gustaría tener una buena primera fase, porque eso alimentaría al equipo en su autoestima, lo haría sentir poderoso y te haría llegar mejor a la segunda fase. Pero los equipos argentinos, con jóvenes o veteranos, siempre se caracterizan por no festejar demasiado una buena primera fase ni tampoco llorarla demasiado. Normalmente se van alimentando de lo que pase, y esa es su gran ventaja. Generalmente es regular en el torneo y fundamentalmente se sobrepone a los momentos malos. Hay otros países que son un poco más flojos en cuanto a ese carácter y si arrancan mal después les cuesta levantarse; o si arrancan bien se sienten demasiado tranquilos y eso les puede afectar a la larga.
-¿Podés hacer un análisis de los rivales de la primera fase?
-Canadá aparentemente va a ir con todo su potencial, con todos sus NBA, que tienen un gran dominio físicamente y eso es lo que nos duele cada vez que jugamos contra ellos. También han mejorado mucho su juego FIBA, aunque hay que ver si sus jóvenes NBA se acostumbran rápidamente a este juego. Incluso han cambiado su mentalidad, ahora van decididos a clasificarse cuando en otros torneos siempre iban con una mentalidad más conformista y menos competitiva. Potencialmente tienen material para armar un equipo para clasificarse, no sólo en lo físico sino en cuanto a talento. Aparentemente es el mejor equipo de la zona. Después, Puerto Rico y Venezuela también tienen talento y mucha experiencia, pero con presentes que no son de esos que decís “están en el mejor momento de su historia”, sino todo lo contrario. Han tenido mejores momentos, pero son equipos muy fuertes. Un conjunto que puede tener a Arroyo, Barea, Balkman más alguno de los que mencionó Rick Pitino que pretende llevar, es un equipo a tener en cuenta, candidato a clasificarse. En Venezuela, el Che García siempre les da su impronta, les saca presión y los hace jugar al límite. Habrá que ver si está Greivis Vásquez, que es la clave. Y Cuba tiene un portento físico importante y ha mejorado, no es el Cuba de hace 10 años.
-Algo mencionaste de Brasil. ¿Qué te genera que tenga que ir a clasificarse? ¿Es un dolor de cabeza más?
-Es relativo. Yo siempre miro el vaso medio lleno y si Brasil va completo significa que también le puede ganar a otros rivales a los que nosotros queremos que le gane. Tampoco era bueno tener un Brasil que no ganara, porque así ganarían los demás. Siempre hay una parte buena y mala. Pero obviamente que estamos hablado de dos equipos que no tenían que clasificarse como Estados Unidos y Brasil y ahora hay uno menos. Hace que el torneo sea todavía más competitivo. Puede arruinarle la fiesta a varios, pero ojalá que no a nosotros.
-Vos viviste el Preolímpico de Las Vegas 2007, que tenía una situación durísima que se puede asemejar a la que habrá en Monterrey. ¿Cuál ves más complicado?
-En Las Vegas la teníamos recontra complicada. Estaba el Dream Team que tenía que clasificarse, y estaba Brasil con su Dream Team y también tenía que clasificarse. Lo que veo de diferente en este torneo, no sólo para la Argentina, es que no sólo está difícil conseguir la clasificación directa sino también meterse entre los cinco para el Repechaje. Mucha gente dice “bueno, de última vamos al Repechaje”. Y eso no es tan de última. Yo voy con la mentalidad de estar entre los dos primeros, jugar la final del torneo y si es posible ganarla. Pero sé de la dificultad que vamos a tener todos los equipos del torneo para estar entre los cinco. Hoy hay más de esa cantidad que va con la mentalidad de jugar la final: México, Argentina, Brasil, Canadá, Puerto Rico, Venezuela y Dominicana tienen la idea de ganar el torneo, y alguno va a quedarse afuera, no pueden clasificarse todos. Eso es lo que saco, no con una mentalidad pesimista, sino como una realidad. De esos siete hay dos que no van a ir ni al Repechaje, y son equipos que quieren estar entre los dos primeros. Tampoco quiero subestimar a Uruguay, Panamá y Cuba, pero la realidad es que son equipos con menos chances. Aunque no dudo de que Uruguay va ir con la ilusión de meterse entre los cinco, y ahí entonces podemos sumar un octavo. Tres no van a estar entre los cinco que irán al Repechaje. Y eso nos puede pasar a cualquiera.
-¿Hablaste en este tiempo con alguno de los históricos del equipo para saber novedades rumbo al torneo?
-El que está confirmado es Luis (Scola). Después, la verdad es que estoy haciendo la lista previa en mis borradores, tanto para los Panamericanos como para el Preolímpico. Estoy haciendo algunos llamados que considero que tengo que hacer, porque hay muchos jugadores históricos que pueden estar afuera y otros que pueden estar adentro del proceso. Teniendo en cuenta que el equipo va a ir con una gran renovación, estoy viendo qué tipo de liderazgo quiero que haya en los dos o tres jugadores históricos para que ayuden este proceso. Este tema de la renovación es un poco más complejo de lo que se observa desde afuera. Uno dice “vamos con todos los pibes”, pero a veces eso no significa un buen recurso para la renovación, porque los pibes siempre necesitan de tutores, dos o tres con experiencia y personalidad para absorber la presión, para ayudarlos a llevar ciertas cosas. El caso de Scola es clave, que él esté en el Preolímpico es vital porque entre él y yo absorbemos la presión y podemos liberar a jugadores con menos experiencia en este nivel, y así puedan jugar mejor. Te doy un ejemplo. Lo que hizo Campazzo en el Premundial de Caracas lo hizo porque la presión la tenían otros y pudo liberarse. Hubiese sido diferente si él tenía que ser el jugador franquicia, no sé si lo hubiese hecho como lo hizo. La idea es ir con un equipo nuevo al Panamericano y después agregar dos o tres jugadores probados para que los ayude a crecer.
-¿Para cuándo tenés pensando contar con una definición para saber con quiénes contás?
-Creo que debería ser en breve. No sé cuando querrá confirmar las listas la Confederación, pero me parece que lo más coherente es consensualo con la CABB y dar juntos todos los nombres propios, no tirarlos de a poco. Nosotros, gracias a Dios tenemos a todos los veteranos activos, salvo Carlos Delfino que está en una etapa de recuperación. Y activos en la NBA o en el Real Madrid por ejemplo. O en nuestra Liga Nacional. Los nombres propios los vamos a dar a conocer para todos al mismo tiempo. Tampoco quiero generar expectativas y dar nombres propios, decir “voy a hablar con tal o cual y espero que me diga que sí”. No me gustaría eso.
-Claro, pensando en eso, todos quieren saber qué pasará con Manu Ginóbili, un caso que ya se sabe que no se puede definir pronto.
-A ver... Como digo que Scola está fijo, porque ya declaró que está disponible, después creo que Manu no va a estar para el proceso de Monterrey. De todas maneras, hay que esperar que él haga su palabra oficial. Pero creo que si hay alguna esperanza de volver a ver a Manu en la Selección, lo ideal sería clasificarse a Río (risas).
-¿Qué sabés de Delfino? ¿Cómo viene su recuperación?
-Con Carlos hablé hace una semana. Por primera vez está contento con su post operatorio, su quinta operación ya. Se está entrenando, está haciendo bicicleta, corriendo. Está tirando al aro, aunque todavía no puede saltar. Esta semana ya iba a probar un poquito más de hacer algunos lanzamientos con situaciones reales de juego. Pero se está sintiendo como no se había sentido después de las operaciones anteriores. Está optimista y contento. El sabe que, esté o no esté en la lista, va a tener a la Selección a disposición para que pueda entrenarse en equipo. Después él verá cómo viene su evolución. Como tantos otros, Carlos le ha dado mucho a la Selección y es hora de que la Selección le dé a él lo que precise. Es un jugador que si se recupera, hablamos de un talento sin igual que en el día de mañana podría ayudar a la Selección. Yo no soy quién para retirar jugadores antes de tiempo.
-La última, y sale del plano de la Selección. ¿Cómo está tu situación con Atenienses de Puerto Rico?
-Está compleja. Su asesoría fue que tenía que ir con la visa de turista y una vez allá podía hacer la de trabajo. Pero la gente de allá no pensaba lo mismo. Incluso, si iba a tener una reunión, eso también demandaba tener una visa de trabajo. Eso fue el 30 o 31 de enero. A partir de no haber entrado a Puerto Rico, ellos se comunicaron conmigo al día siguiente, me ofrecieron disculpas y me dijeron que ya se ponían a hacer la visa de trabajo. Ya pasaron más de 50 días y no tenemos noticias. Por lo tanto, lamentablemente lo veo complicado.
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