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Con el paso de los años, la NBA se ha vuelto cada vez más global. Eso no sólo se traduce en su expansión en cuanto a mercado y en los diferentes consumidores que ha captado a lo largo del mundo, sino también en el impacto que tienen los jugadores internacionales en los diferentes equipos. Un dato lo ejemplifica a la perfección: serán 89 los foráneos que formarán parte de la reanudación de la liga en la burbuja de Orlando.

Esa cantidad estará repartida entre los ventidós equipos que cuentan con la posibilidad de participar de esta reactivación que se hará efectiva mañana. Pertenecen a 34 países diferentes y Canadá es el que más representantes tiene, con quince. Lo siguen Francia con siete y Australia, Alemania y Serbia con cinco respectivamente.

La realidad indica que muchos de ellos son estrellas que, más allá de integrar esos planteles, también cumplen un rol fundamental en el funcionamiento de los conjuntos. En esta campaña, la competición ha registrado una cifra récord de ocho miembros del All-Star Game nacidos en el extranjero: Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic, Joel Embiid, Domantas Sabonis, Pascal Siakam, Ben Simmons, Rudy Gobert y Nikola Jokic. Es la reafirmación de lo que ocurrió un año antes, cuando cuatro de los cinco premios más importantes de la etapa regular fueron ganados por internacionales.