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El santafesino Tomás Gutiérrez llegó hace poco más de 15 días a Salta y empieza a sentirse cómodo no solo en el plantel de Los Infernales sino también en la ciudad. Tuvo la oportunidad de venir a Salta con Atenas de Córdoba: "Lo poco que estuve me gustó mucho la ciudad, ahora que tengo la oportunidad de conocer más la verdad es increíble. Es muy lindo estar en un equipo como el de Los Infernales por muchas cosas: la ciudad, las instalaciones, la gente es muy respetuosa y cálida, la verdad me tratan muy bien y estoy orgulloso de estar en Salta", destacó el base.

El exjugador de Atenas de Córdoba, el equipo más ganador de La Liga (máxima división del básquet argentino), llegó a Salta Basket con las mejores expectativas. "Por lo general cuando uno cambia de equipo se generan muchas expectativas en este caso son las mejores. El objetivo es intentar pelear por el ascenso, así que ahí estamos enfocados en eso y trabajando para dar lo mejor cada día".

En la primera mitad de la temporada Los Infernales demostraron que están para grandes cosas. Los conducidos por Leandro Hiriart obtuvieron el primer título del club en el plano nacional al coronarse campeones del Súper 4 disputado en la ciudad de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Desde entonces Tomi, como le dicen sus amigos, viene siguiendo lo hecho por Los Infernales hasta el momento. El base juvenil repite una y muchas veces más que se siente "muy agradecido por la posibilidad que me dieron de venir a jugar aquí".

A la hora de exponer sus cualidades en un rectángulo de juego, el oriundo de la capital santafesina hace hincapié en el aspecto defensivo. "En la cancha me encuentro defendiendo, siendo muy intenso y haciendo correr al equipo, tratando de sumar puntos de contragolpe. Es lo que me gusta hacer". Sin dudas el armador cuenta con dotes que son exclusivos de un base con buena visión de campo, le gusta el juego vertical, a veces más goleador que armador.
Sus primeros botes con una pelota naranja los hizo en Rivadavia Jrs. un club de barrio de Santa Fe capital. "Después me fui a los 15 o 16 años para Atenas de Córdoba donde estuve varias temporadas", cuenta Tomi y sus ojos reflejan cierta nostalgia por dos clubes que sin dudas lo marcaron: el de Santa Fe, su primer amor y el cordobés donde adquirió y pulió su forma de jugar al deporte más lindo del mundo.

Esa transición de tener que viajar a otra provincia y pasar de un club de barrio a otro como Atenas de Córdoba es muy interesante, sobre todo si en el medio hay adolescentes que viven ese tránsito. "Cuando uno sale de un club de barrio directo a una institución como Atenas el cambio es tremendo, muy pocas veces se entrena como lo hacen los equipos de liga nacional. Entonces cuando llegué a Atenas aprendí de todo, un montón de cosas que me sirven ahora cuando salto a una cancha".
Un salto que para muchos puede llegar a ser una quimera, pasar del club de barrio a uno de las dimensiones del Griego, sin embargo Tomás explica que todo puede pasar, solo hay que ser perseverantes y trabajar. "Hay que entrenar y mostrarse en los clubes, hay que animarse porque no es imposible. Los sueños están para hacerlos cumplir y no hay nada más lindo que eso".

Respecto al partido de este viernes, frente a Unión de Santa Fe en el Delmi desde las 21.30, el base señaló: "Estamos con muchas ganas de terminar la temporada regular y arrancar los playoffs, con la cabeza a full y entrenando intenso para lo que viene". Tomás contó que le costo un poco adaptarse al juego infernal pero "con el correr de las prácticas y los partidos me voy sintiendo más cómodo". Acerca del nuevo grupo que comparte en Salta Basket dijo: "Había jugado con algunos como Rasio -en Atenas- y en contra con los jóvenes como Fernández, Stucky o Gómez. El grupo está unido y eso es muy bueno para afrontar lo que viene".