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Antes de ellos no era normal lanzar un triple en un contragolpe, apostaron a las múltiples posesiones y vivir del lanzamiento de tres puntos. Tampoco era posible ganar sin al menos una estrella, o, al menos, en la mayoría de las ocasiones. Golden State Warriors no sólo impuso su estilo, sino que revolucionó la liga y estableció un modelo que la mayoría de los equipos de todo el mundo intenta emular. 

Los triples, movimientos de pelota, salidas entre cortinas indirectas, solidaridad y lectura de juego se combinaron de una manera como nunca antes. Draymond Green en la construcción, Stephen Curry y Klay Thompson en los lanzamientos, Andre Iguodala en la defensa y Shaun Livingston desde el banco formaron un crisol espectacular, que formó una dinastía y les permitió ganar tres anillos en la década que está por terminar. 

Por momentos fueron imbatibles, nadie los pudo frenar y ejercieron un dominio despótico. Tal fue su paternalismo que la liga ya sabía quien era el candidato y el resto de los equipos comenzaba a pelear por los puestos de abajo, armándose en base a lo que proponían los guerreros de California. Por si esto fuera poco, en las últimas dos temporadas llegó nada más y nada menos que Kevin Durant, uno de los mejores anotadores del periplo.

Bajo el básquet del número 35 el resto de sus compañeros debieron resignar puntos, dinero y protagonismo, pero todo valió la pena. A partir de su llegada los azules y amarillos fueron imbatibles. No sólo tenían a dos asesinos desde el lanzamiento (Curry y Thompson), sino que sumaron a una estrella demencial, que les dio un salto de calidad y dos campeonatos, el primero en su temporada debut y el segundo en la campaña siguiente, derrotando a los poderosos Cavaliers de LeBron James en ambas ocasiones. 

Pero como todo tiene un final, los buenos tiempos comenzaron a mermar por las lesiones de las principales estrellas. El quinteto de Curry, Thompson, Green, Iguodala y Durant sufrió contratiempos en la última temporada, los minutos empezaron a crecer y todo empezó a caer como fichas en un juego de dominó. Durant se rompió el tendón de Aquiles y Thompson los ligamentos cruzados. A su vez, Curry se fracturó la muñeca en la 2019/20 y actualmente están teniendo un periodo de reconstrucción. Sin embargo, los tiempos seguramente volverán a ser buenos. La franquicia sabe qué sendero tomar y los jugadores aún tienen hambre de gloria.