Germán Beder: "Lo titularía David contra Goliat"
19:57 10/09/2020 | A un año del triunfo de Argentina contra Serbia en China, charlamos con el periodista y exjefe de prensa de la CABB sobre lo que se vivió en aquella jornada mundialista.
Hoy se cumple un año de uno de los partidos más importantes en la historia del básquet nacional: en los cuartos de final del Mundial de China 2019, Argentina le ganó a Serbia y tumbó al que la mayoría consideraba como el máximo candidato a quedarse con el título. Así, avanzó de ronda y pudo volver a competir por una medalla. Charlamos con Germán Beder, jefe de prensa de la CABB durante el proceso que desencadenó en esa hazaña, sobre lo que se vivió aquel día (tanto desde lo colectivo como desde lo personal) y acerca de su nuevo libro sobre ese tema en específico, que será editado por Básquet Plus.
- Contame, primero, cómo fue vivir ese partido con Serbia desde tu perspectiva. Cómo veías a los jugadores, al cuerpo técnico y qué podías llegar a palpar en cuanto a la forma de afrontar un partido que para muchos era el más complicado que podía tocar.
. En cuanto a la forma de afrontar el partido, había como una ilusión. Más allá de que se sabia que el rival era superior y que posiblemente nos ganara, había un deseo. Con el tema de mi libro, estoy viendo mucho el tema de los chats que tenía con los jugadores y con Oveja (Sergio Hernández) y, en ese momento, se hablaba mucho de llegar al último cuarto con chances. Ese era el objetivo que nos habíamos puesto con algunos de los jugadores. Bah, que se habían puesto ellos y me lo compartían. Había necesidad y deseo de competir con un rival europeo para ver dónde mierda estábamos parados. La atmósfera iba un poco por ese lado.
- Si bien venía invicto y con grandes rendimientos en el torneo, como decís vos era una prueba de fuego. ¿Fue el punto de confianza más alto que le viste al plantel hasta ese momento? Y, aparte de lo general, ¿cómo fue vivir ese partido desde afuera para vos? ¿Te creías en algún momento que Argentina lo iba a ganar?
. Sin dudas fue el punto de confianza más alto. En cuanto a lo personal, yo estaba con algunos incidentes con FIBA porque ellos no me dejaban entrar a la cancha a filmar y yo me metía igual. En ese partido, me habían puesto al lado del banco de suplentes de la Argentina. Estaba al lado de una periodista mujer y un par de chinos que festejaban los puntos de Serbia y gritaban todo el tiempo. Promediando el tercer cuarto, me empecé a poner nervioso. Cuando apenas comenzó el último parcial, nos metieron un triple y pasaron al frente. Ahí dije: listo, hasta acá llegamos. De ahí en adelante, ya fue una locura. Estaba sacado. Lo que más me sorprendía era cómo el equipo se mantenía a la altura en cuanto a intensidad y efectividad. Esos dos puntos: la intensidad para bancar en defensa a un rival netamente superior incluso desde lo físico y la efectividad que tuvieron. Pato (Garino) metía todo lo que tiraba. A lo último, me fui para el banco y fue una fiesta absoluta.
-¿Tenés alguna anécdota de ese post-partido? ¿Algo que recuerdes en particular, ya sea una frase o charla con jugadores, que pueda describir bien lo que se vivió?
. No hubo mucho. Sí festejo y ansiedad, muchísimos mensajes de prensas y una situación de desborde laboral. Los jugadores tuvieron mucha repercusión en Argentina. Algo que, hasta ese momento, no había sido tan fuerte. No recuerdo algo puntual. En el vestuario hubo un momento de mucho festejo y descontrol que estuvo muy bueno. Está el video. Oveja estaba muy emocionado y me acuerdo de eso. Cuando llegó al vestuario, el desahogo fue muy fuerte. De todos, en realidad. Pero no hubo tanto. Vos pensá que al otro día había que entrenar y preparar las semifinales. Cuando estás en un Mundial, mucho no te podés hacer el picante. Recuerdo el desahogo del vestuario: había mucha ansiedad por competir. No te digo por ganar, pero sí por competir.
- Si tuvieras que titular esa victoria, ¿lo harías por ese lado? Es decir, por el hecho de que el plantel le demostró a todos que podía medirse de igual a igual con las potencias.
. Sí, desde ese lugar. David contra Goliat, porque al fin y al cabo Serbia era el máximo candidato al título. Lo sigo pensando.
- Se viene tu nuevo libro. Sin dar adelantos, ¿qué desafíos encontrás para contar esta historia?
. El desafío es que no sea una crónica de un ciclo. Que no sea, simplemente, una crónica de torneos. Quiero que sea una historia de lo que se vivió en un equipo internamente durante cuatro años y contado desde mi perspectiva. Eso le da una subjetividad extrema, pero quiero que sea así. Quiero puntualizarlo de esa manera. Que la primera persona vehiculice para todas las historias, porque de esa manera el libro va a romper con la estructura tradicional del libro deportivo que te cuenta la epopeya y se terminó. El desafío es hacer algo distinto.
La locura del vestuario, una pieza de colección.
Para destacar:
1) el esfuerzo de @TayaGallizzi para que no le pase nada al plasma.
2) el respeto cuando ingresa nuestro gran capitán @LScola4
3) la explicación de @facucampazzo sobre una clave del triunfopic.twitter.com/gBAGQjixwk— CABB (@cabboficial) September 10, 2020
Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99
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