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"Algunos nacen para esto", soltó Chris Paul luego del sexto partido de la serie entre Oklahoma City Thunder y Houston Rockets. Se refería, esencialmente, a los minutos finales de los partidos cerrados. Sin embargo, aquella premisa se puede aplicar a los playoffs en general: en esa instancia, no cualquiera es capaz de rendir igual o incluso mejor que en la temporada regular. Para fortuna de sus fanáticos, Los Ángeles Lakers tiene en su banquillo a uno de esos jugadores capaces de hacerlo: Rajon Rondo.

El base de los angelinos fue clave en las dos victorias de su equipo ante los Rockets en las Semifinales de Conferencia Oeste.El martes, acumuló 21 puntos y 9 asistencias con un porcentaje de acierto del 72% en tiros de campo. Once de sus tantos fueron en el último cuarto. Aunque parece una historia típica de la NBA, es simplemente una confirmación: el perimetral, que no estuvo presente en gran parte de los juegos de la burbuja por una fractura en su mano y pudo volver recien en esta instancia, suele mejorar su rendimiento en la postemporada.

En sus nueve campañas con la camiseta de los Boston Celtics, Rondo promedió 11 puntos, 8,5 asistencias y 1,9 robos por encuentro durante la etapa regular. Alcanzó los playoffs en cinco ocasiones y sus números se dispararon: 14,5, 9,2 y 2. Lo mismo sucedió cuando representó a New Orleans Pelicans: de 8,3 tantos a 10,3 y de 8,2 pases gol a 12,2. Además, fue uno de los responsables de que ese conjunto barriera en la primera ronda a los Portland Trail Blazers de Dame Lillard en 2018.

En lo que va de esta edición, los Lakers han disfrutado del surgido de la Universidad de Kentucky en apenas tres partidos. Dos de ellos han sido triunfos y sus registros son mucho mejores que los exhibidos hasta el parate por la pandemia del Coronavirus: 13 unidades, 7,3 asistencias y 2,7 robos contra los 7,1, 5 y 0,8 marcados en la regular. Es apenas otra muestra de que Rondo, campeón en 2008, suele brillar en los grandes escenarios.