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¿Se imaginan a Kevin Garnett convertido en jefe de Ricky Rubio en Minnesota? Resulta curioso pensar en Ricky entrando en el despacho de KG para negociar una renovación. O en Garnett entrando en el vestuario del los Wolves para abroncar a sus jugadores tras una derrota.

¿Ficción? No tanto. Difícil sí, pero de irreal nada. En los planes del genial KG está convertirse algún día en el propietario del equipo que le abrió la puerta de la NBA. Nada de entrenador o mánager general, sus ambiciosos planes apuntan directamente al despacho del jefe máximo.

En una entrevista para Yahoo Sports tras la derrota de los Nets ante Golden State, 'The Big Ticket' lo dijo muy claro: "Quiero comprar los Timberwolves. Quiero hacer un grupo inversor y, algún día, quizá tratar de comprar el equipo. Eso es lo que quiero".

Los Timberwolves eligieron en su día a Garnett con el número cinco del Draft de 1995. Quince veces All-Star, KG jugó 12 temporadas en los Timberwolves antes de ser traspasado a los Boston Celtics donde ganó el campeonato en 2008. No es casualidad que durante el tiempo en que Garnett jugó en Minnesota, la franquicia alcanzó los Playoffs ocho años consecutivos y que, desde que fue traspasado, no ha vuelto a la postemporada.

El pasado mes de enero, la revista Forbes estimó el valor de los Timberwolves en 430 millones de dólares. El próximo contrato de televisión que entrará en vigor en 2016 es muy lucrativo y provocará que el valor de los equipos aumente. Garnett, MVP de la Liga en 2004 y con promedios de 20,5 puntos y 11,4 rebotes en su trayectoria en Minnesota, ha ganado 315 millones de dólares en su carrera NBA y ganará otros 12 esta temporada. Al margen, claro, de la enorme cantidad que habrá amasado en contratos de publicidad.

El mánager general de los Nets, Billy King, no está sorprendido de las intencions de KG de comprar la franquicia de los Wolves: "Sería uno de los mejores propietarios de la NBA porque conoce las necesidades de los jugadores y sabe lo que se requiere para tener éxito en la NBA".

Flip Saunders, presidente del equipo y entrenador de Garnett en su etapa en los Wolves, es el encargado de reconstruir la franquicia para intentar devolver al equipo a los Playoffs. Para ello se basa en cimientos formados por jugadores jóvenes y de mucho talento como Ricky Rubio, Andrew Wiggins, Gorgui Dieng, Nikola Peckovic, Anthony Bennett, Shabazz Muhammad y el rookie Zach LaVine.

Para Garnett, la compra de los T-Wolves sería mucho más que un negocio: "Tengo muchos amigos allí todavía, está Flip por ejemplo".

Pero en realidad, este es un proyecto irrealizable hoy en día y que debe esperar, al menos hasta que KG se retire y sus deseos inmediatos son continuar algunos años más en activo. Garnett, 38 años, está promediando ocho puntos y ocho rebotes en 23 minutos por partido esta temporada como ala-pívot titular de los Nets y ha dicho que una de sus grandes pasiones es tutelar a los más jóvenes.

"Hay muchas cosas que yo he vivido que puedo enseñar a los jóvenes, enseñarles la filosofía del trabajo duro, ayudarles en el desarrollo de su juego. Ver su progresión es algo alucinante".

Garnett, número 1 entre los jugadores en activo en partidos jugados (1.385) y minutos (49.094), ha reconocido que ver a muchos de sus contemporáneos retirarse durante estos años ha sido duro. Garnett reconoce la inspiración de su ex compañero, Sam Cassell, ahora ayudante en los Clippers: "Me decía 'disfruta de los últimos años, porque nunca sabes cuando terminará".

Garnett elude hablar cuando se le pregunta sobre si desearía terminar sus días como jugador de baloncesto en los Timberwolves o jugando para su ex entrenador en los Celtics Doc Rivers ahora en Los Angeles Clippers, pero parece tenerlo claro: "Si tienes la oportunidad de hacer lo que amas, entonces hazlo", decía Garnett. "Nunca he querido desperdiciar ninguna oportunidad o cerrar la puerta a una ocasión. Si puedo aportar alguna cosa de valor o hacer que algo que no lo tiene lo gane, entonces eso es una oportunidad".