El local solo estuvo en ventaja en el comienzo del partido (3 a 0), y luego siempre corrió de atrás al Verde. La lucha rebotera fue clave en el desarrollo del partido (42-31 para la visita), sumado a las diferentes variantes ofensivas que mostró Ferro, con cuatro jugadores por encima del doble dígito, determinaron un triunfo que lo deja segundo en La Liga.
El cotejo abrió su tanteador a los 50 segundos tras un lanzamiento detrás de 6,75 del base cervecero, Víctor Fernández. El desarrollo del primer chico sirvió para que cada uno mostrara sus cartas. Quilmes buscó cargar la pintura dándole el balón al extranjero Calvin Warner, y, además, aprovechar la velocidad y el buen tiro de sus perimetrales. Ferro, por su parte, apostó a la rotación de la naranja para buscar tiros en soledad. La paridad se mantuvo y la visita se llevó 3 de renta finalizados los primeros 10 (23-20).
El segundo capítulo comenzó con imprecisiones para los de Bianchelli -falta en ataque más pérdida en sus dos primeros ataques- le posibilitaron a los de Laginestra abrir la primero ventaja considerable (28-20) a falta de 8,15 para el cierre del primer tiempo. La crisis ofensiva en el local (convirtió 2 unidades en casi 4 minutos de cuarto) no provocó un efecto positivo en el Verde del oeste, que también comenzó a perder balones, cometer faltas en ataque y olvidarse de la buena rotación que le dio la mayor diferencia parcial en el juego. Entre tanta confusión, Quilmes volvió a achicar el score, 31-29 a falta de 5 minutos, con un buen parcial de Lucas Ortiz (9 puntos).
El partido cayó en una meseta basquetbolística, perdió lucidez y juego en equipo. 17 pérdidas entre ambos –casi una por minutos- y 21 faltas -más de una cada sesenta segundos-, provocó que el desarrollo sea poco atractivo para el público. La visita demostró un poco más que el local y al finalizar el primer tiempo se fue en ventaja por 47 a 37.
El comienzo del tercer período lo encontró a Quilmes en sintonía con el partido y de la mano de Mateo Bolívar -8 unidades consecutivas- volvió a ponerse a una posición (49 a 46). El Verde se apoyó en el jugador que más rédito le dio a lo largo de la noche, Charles Mitchell, con un parcial de 15 puntos y 6 rebotes para el pivote foráneo.
El Tricolor no pudo aprovechar su momento para pasar al frente, y sin demasiado goleo en ambos conjuntos, Ferro volvió a distanciarse 59 a 52 a falta de 180 segundos para el cierre del anteúltimo chico. Entre faltas, cambios y una buena conversión de Fernández sobre la bocina, Quilmes se llevó el parcial por 3 unidades (23-20) y se posicionó a 7 de Ferro a falta de 10 minutos (67-60).
En el comienzo del último cuarto se cerraron los aros. Dos triples y dos libres erró la visita, una bandeja y un intento detrás de 6,75 malogró el local. 120 segundos sin que el balón toque la red fueron suficientes, Mitchell y la volcada de la noche, Orresta y el triple que liquidó el partido (72-60, máxima parcial de 12).
El Verde comenzó a demostrar, con el aplomo y la tranquilidad de los números, por qué es uno de los protagonistas de La Liga. El resultado final fue de 90 a 78.