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Instituto fue el único equipo argentino que pudo sacar a San Lorenzo en una eliminación directa desde que el Ciclón juega en la Liga Nacional. La temporada pasada lo eliminó en las semifinales del Súper 20. Para este año renovó a la mayoría de todo el plantel, pero para dar un salto de calidad contrató a Pablo Espinoza. La entrevista.

-En tus últimos dos equipos de LNB (Regatas y Obras) jugaste la final de la Liga Nacional con ambos y tienen historia en la competencia, ¿qué balance hacés de haber encabezado un proyecto nuevo cómo Salta Basket?

Estuve en dos equipos competitivos y estoy muy orgullo de mi recorrido. Pude jugar la final con ambos y eso es algo lindo. Fui a Salta Basket porque era un proyecto nuevo, que me ensusiasmaba la idea que tenía el club. Creo que con la organización que tienen deberían estar jugando la Liga Nacional. Tienen todo para estar en la máxima categoría. Posee la infraestructura y tiene dirigentes serios. Lamentablemente en lo deportivo no se nos dio.

-¿Qué te atrajo de Instituo para fichar ahí?

Un poco lo que hablamos antes. Quería volver a estar en un equipo competitivo e Instituto sin dudas lo es. Vamos a jugar la Liga Sudamericana y nos armamos bien para la Liga Nacional, eso es lo que más me entusiasmaba.

-Los jugadores y entrenadores de otros equipos los ponen como candidatos, ¿lo sentís así?

Insituto ya el año pasado hizo un torneo muy bueno y renovó a la mayoría de los jugadores. Vamos a estar en la lucha para tratar de ser competitivos.

-Sumarse a un equipo que ya funciona bien, ¿es más díficil de encajar o más fácil?

Es más fácil porque entre ellos ya se conocen y se nota en el juego. Yo tengo que amoldarme a un funcionamiento ya predeterminado y hacer lo que el entrenador pide. Siempre es más sencillo incluirse en una buena dinámica.