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El Real Madrid es uno de los clubes más poderosos del mundo y, en consecuencia, tiene dinero para armar equipos geniales, con lo mejor de Europa, pero no siempre el dinero soluciona la mala racha, como en este caso la de las lesiones. 

Todo empezó cuando Sergio Llull se rompió los ligamentos cruzados en la preparación de la selección española para el Eurobasket. Afuera por toda la temporada. Después tuvo de baja a Rudy Fernández varios partidos y el colmo llegó ayer por la tarde, en el choque ante el CSKA.

La victoria ante los rusos fue magnífica, pero el saldo, de terror. Primero el serbio Ognjen Kuzmic se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, por lo que tendrá como mínimo seis meses de recuperación. La jugada fue poco violenta, cerca del cesto, pero clarísima a la vista apenas sucedió. 

Apenas un ratito después, también en una jugada totalmente fortuita, el norteamericano Anthony Randolph disputó un balón con Will Clyburn y se luxó el hombro derecho. Demandará entre 3 y 4 semanas de baja. Increíble, sobre todo porque el mercado de jugadores interiores en estos momentos no tiene casi alternativas para Pablo Laso.

Se especuló sobre la posibilidad de fichar al gigante de 2.20, Walter Tavares, cortado recientemente por Cleveland y con experiencia en la ACB (Gran Canaria), pero el hombre de Cabo Verde habría desestimado la oferta. Seguirá su carrera en el equipo de la G-League de Toronto Raptors.