NCAA

El hijo de Stan Easterling juega en EE. UU. y sueña con la selección argentina

17:47 16/08/2018 | Jeremías nació en La Plata en 1996; sus dos metros y versatilidad le permiten jugar de 3, 4 o 5 en la Universidad de St. Andrews.

Foto: @catchflight_24

Stanley Easterling tuvo una extensa carrera en el básquet argentino, ya sea en la Liga Nacional como también en el TNA (actualmente conocido como Liga Argentina). En la élite se lo puede representar fácilmente con Gimnasia de Comodoro, club que representó durante cinco temporadas, divididas en dos etapas. En la temporada 1996/97 jugó 33 partidos en Gimnasia de La Plata, en el marco de la segunda categoría de nuestro básquet, pero su paso por el Lobo fue mucho más importante por lo extradeportivo: allí nació, en 1996, su hijo Jeremías, quien actualmente forma parte de la División II de la NCAA y sueña con ponerse la camiseta celeste y blanca.

En el 2010, a sus 14 años, se fue a vivir a los Estados Unidos, pero sus raíces lo mantienen anclado a la Argentina. "Lo que extraño es el asado, me estoy muriendo sin asado jaja. En verdad, lo que más extraño es mi país, es un sentimiento diferente cuando uno está donde pertenece”, le explicó Jeremías al periodista Martín Ribas, en el marco de un informe especial del colega.

En el mismo se explicó su enorme desempeño inicial en la NJCAA: "Los 2 primeros años como universitario los jugó en la Universidad de Sandhills (NJCAA). Allí promedió 13 pts y 12 reb en 24 min por partido, terminó rankeado 4° en todo el país, fue elegido mejor jugador de la conferencia y de la zona, por lo que fue al All Star Game NJCAA". Actualmente integra el plantel de la Universidad de St. Andrews, también en la División II.

Jeremías Easterling tiene dos metros de altura y una versatilidad impropia para su envergadura, lo que le permite ocupar las posiciones del 3,4 y 5. Su capacidad atlético, pero sobre todo de salto, le ha abierto muchas puertas, incluso de instituciones de la División I, pero según Ribas se quedó en Saint Andrews para mantener sus minutos y mejorar la máximo posible. 

La temporada 2018/19 marcará el último curso de su etapa universitaria. Con la posibilidad del profesionalismo a la vuelta de la esquina, no cierra ninguna posibilidad en la búsqueda de su meta primaria, vestir la camiseta de la selección argentina: “Voy a seguir entrenando duro cada día para si dios quiere ayudar a la selección en el futuro esa es mi meta”, culminó Jeremías.

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