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Ed Davis es uno de esos jugadores que han hecho una larga y sólida carrera en la NBA sin trascender demasiado. Con 31 años, este ala pivote de 2.06 lleva 10 temporadas en la NBA y se ha ganado su lugar en base a trabajo y continuidad. No le ha ido mal. Sacando la campaña actual, donde todavía no se sabe con exactitud qué porcentaje de su salario perderá, acumula 34.8 millones de dólares ganados. 

Sin embargo, Davis no tuvo ningún empacho, en una entrevista con Alex Kennedy, de Hoopshype, en salir a hablar con firmeza de la reunión del pasado viernes entre 80 jugadores, donde algunos de ellos pretenden no jugar lo que queda de la temporada y alientan el boicot. Aquí, reproducimos algunas de sus frases más duras:

"Sinceramente, creo que existe la posibilidad de que no juguemos el año que viene. Acabo de tener un hijo, que tiene 2 meses, así que, por supuesto, no quiero irme por dos meses, pero es algo que creo que tenemos que hacer para salvar la liga y para todas las personas que vienen detrás de nosotros y todos las personas que van a venir después de nosotros. Yo ya hice el dinero suficiente, pero chicos jóvenes como Donovan Mitchell puede que en vez de renovar por el máximo de 160 millones lo hagan por 90 si el tope salarial se cae".

"Si no jugamos, cientos de millones de dólares no irán a la causa de los negros, porque muchos de los jugadores de la NBA son negros y ese dinero se perderá para la comunidad negra. Yo estoy perdiendo 30.000 dólares cada dos semanas por el descuento que nos están haciendo. Ese dinero podría ir a la salud y lo que ayudará a las comunidades negras". 

"Es fácil para un tipo como Kyrie [Irving] decir que devolverá todo [por la reforma social], pero ¿realmente lo devolvería todo? Es fácil para Dwight Howard decir que no necesitamos jugar cuando está en Atlanta en su mansión de 20 millones de dólares. Pero hay otros tipos en la lista que necesitan este dinero para ayudar a quien estén manteniendo y cosas así".

"En la reunión del viernes éramos unos 80, y hablaron 10. De esos 10, la mitad no quería jugar, pero la otra mitad sí. Y yo hablé con varios otros que participaron y no hablaron y también quieren jugar. Es posible que sea una pequeña distracción, pero depende de nosotros convertir esa distracción en algo positivo".