El pivote español David Doblas participó del ciclo #VivoVerde que realiza el club Estudiantes de Concordia, institución que lo tuvo como jugador en la inolvidable temporada 2017-2018 en la que los dirigidos por Lucas Victoriano fueron finalistas de la Liga Sudamericana y disputaron la Final 4 de la Liga de las Américas.
“La verdad es que fue una bonita experiencia”, recordó desde su casa en Cantabria, Santander. De aquel plantel del Verde afirmó: “No podría destacar uno por encima del resto, sino que era realmente un grupo y ese grupo era una locomotora”. También habló, a través del Instagram Live en el que se lo vio con la camiseta número 13, del cariño que le tiene a Estudiantes: “Iría a jugar prácticamente gratis porque es un sitio donde se me ha tratado muy bien”.
Hizo, además, un análisis de la Liga Nacional que él conoció y la Liga Española que esta semana consagró al Baskonia como campeón. “Si miramos a España creo que la Liga Nacional es bastante parecida, no hay un gran cambio”, afirmó.
-¿Qué representa para vos esa camiseta?
. Un año intenso, con muchas experiencias. Muchos amigos, un cambio de todo en mi vida. De la forma de jugar, de vivir, fue un año intenso. Vivimos de todo, tuvimos que luchar por muchas cosas dentro y fuera de la cancha pero al final muchos recuerdos, muy buenas experiencias y muchas horas de carretera, de colectivo, muchos viajes en avión, muchos países, muchas ciudades y mucha gente. Estuvo divertido. Sorprendimos a muchos, ilusionamos a otros tantos y hoy hablamos de ello.
- Ese año te permitió, además de jugar, conocer más a los entrerrianos y distintos puntos del país y Sudamérica: ¿Cómo te sentiste fuera del mundo básquet?
. Yo había visitado muchas veces el país. Había pasado muchas veces por Entre Ríos pero nunca había parado allí. Nunca había parado en Concordia, pero iba mucho a Goya a ver a mi amigo Fede Kammerichs, a toda la provincia de Corrientes la tengo bastante caminada y luego hacíamos algún viaje en auto, tomando mate, con su música a ritmo de Fede, que siempre va muy despacio. Pero una cosa es venir de paseo y otra cosa es vivir, trabajar. Y obviamente cambió mucho. Cuando estás en un equipo con muchos jugadores argentinos es una de las cosas que me gusta porque hay mucha identidad, hay mucho jugador nacional.
-¿Cómo era ese Estudiantes de Concordia dirigido por Victoriano?
. Un equipo muy particular, de los que podíamos decir humildes, pero que estaban sacando muchos nombres las últimas temporadas y que encima habían conseguido esa clasificación para la Sudamericana y con un entrenador un poco nobel como Lucas, que no tenía una gran experiencia como entrenador pero venía con muchas ideas nuevas, con ideas frescas y ganas de triunfar. La verdad es que fue una bonita experiencia.
- El equipo fue redoblando esfuerzos y cada uno sacó su plus para alcanzar los objetivos.
. Sí, porque no fue una liga de Jasi, no fue una liga de David o de Lean. Fue de todos y la verdad es que en cada partido se destacaban 2 o 3 jugadores. Mateo sacaba la cabeza, un partido Seba Uranga se viste de héroe y nos mete en juego o el triple que mete Lean al final. Son cosas donde cada uno hacía un poco su trabajo y luego había jugadores que siempre dábamos ciertas cosas. Éramos capaces de remontar partidos muy cuesta arriba, fuera de casa, en Brasil y con arbitrajes muy difíciles. No podría destacar uno por encima del resto, sino era realmente un grupo y ese grupo era una locomotora.
- En particular, eras el capitán. ¿Cómo se llevaba esa responsabilidad de capitanear al grupo?
. Al principio no podía ser el capitán porque llegué como nuevo. Luego, cuando se acerca el tema de la Sudamericana y las finales, nos reunimos con Lucas e incluso hablamos con Sebas, que era el capitán hasta el momento y entendimos que era una buena solución que yo tomase la capitanía, por mi experiencia y quitarle a él un poco de presión. Entonces, fuimos tocando a los jugadores un poco clave sobre qué les parecía que yo fuese y parece que encajó bastante bien. Luego, como era un extranjero y controlo bastante el inglés con los jugadores extranjeros tengo buen feeling. Entonces, fue bastante fácil y creo que ayudada a Lucas un poco en la comunicación y a los jugadores también. Incluso, en algunos momentos entre comillas me tuve que pelear con el club por ciertas cosas como ser el pago. Al final, el club me ha demostrado muchísimas cosas, dentro y fuera de la cancha.
-¿Cómo fue, al principio, la adaptación en la Liga Nacional?
. Cuesta. Al final yo venía de Grecia, no de una muy buena temporada porque había salido de una situación difícil en España y tenía ganas de acabar mi carrera deportiva en el extranjero. Claro, cuando vienes del extranjero se te exigen otras cosas. Me tenía que adaptar a una Liga diferente, parecida en el aspecto táctico, muy buenos jugadores con buenos técnicos. La parte técnica sí que me recordaba mucho a España pero al final es todo nuevo: los arbitrajes, el tipo de juego que es más duro que en España, más físico, más atlético y no tan pon encima del aro. Entonces hacía valer un poco mis kilos pero me costaba un poco entender dónde los podía hacer valer y al final sí conseguí adaptarme gracias a mis compañeros. La verdad que me ayudaron mucho. Me costó pero encontré un poco el lugar en la Liga.
-¿Te imaginás volviendo a jugar en el Verde?
. No lo sé. Tengo 38, voy para 39 y tengo ya contrato con un equipo japonés para la temporada que viene. No sé, de esas cosas yo nunca descarto. Me encantaría y nunca se sabe. Ya se lo dije a los dirigentes que iría a jugar prácticamente gratis porque es un sitio donde se me ha tratado muy bien. O sea, uno juega por dinero pero siempre que pueda ayudar en cualquier cosa lo haría, de cualquier manera. Hay equipos que al final me queda algo, con Aguada por ejemplo y en el caso de Estudiantes que son lugares con el que tengo especial cariño. Ahora lo veo difícil poder ir a jugar una temporada en Concordia.
-¿Qué diferencias hay entre la Liga de Argentina y la de España?
. Creo que la situación económica de la Liga ha debilitado mucho a la competencia. Hay jugadores extranjeros que no han podido continuar, jugadores argentinos que se quieren ir y eso hace que sea un poco menos competitivo. Es la sensación pero no puedo hablar mucho sin estar ahí. Cuando yo estuve, lo dije públicamente varias veces, me parecía que el nivel es muy alto, es una de las canteras con futuro donde se van a seguir sacando jugadores. El tema de la Liga de Desarrollo es buena idea y hace que los jugadores jóvenes, poco a poco, puedan meterse. Aparte, el hecho de tener varias divisiones con muchos argentinos hace que los jugadores tengan mucho juego, muchos minutos y que haya una buena transferencia luego a la Liga Nacional.
-¿Te imaginás, en un futuro, ocupando otro lugar en el básquet?
. No me váis a ver de entrenador amigos. Tengo pelo, no me queda mucho pero quiero mantenerlo y que siga de este color, que no se ponga blanco. Me gustaría estar ligado al básquet y con Japón ahora estoy aprendiendo japonés y me gustaría estar ligado de alguna manera como ser ayudando a los jugadores jóvenes.
- Victoriano dice que él disfuta siendo entrenador.
. Lucas lo dice y es verdad, es importante. El sufrimiento no ayuda y hay que relativizar siempre y con él siempre hacíamos una cosa que era cuando perdíamos: “Chicos, ya está. ¿Se perdió y qué? Mañana entrenamos y no hay problemas. Mañana vemos el video, vemos los errores y ya está. No sufran, disfruten que esto es así”. Lo decía de verdad.