No es el mejor arranque de temporada para los Mavericks, es evidente. Porque, a pesar de que particularmente hoy la suerte no los ha favorecido, este inicio de tres derrotas en mismas cantidad de presentaciones será algo que deberán levantar urgente. No les alcanza por ahora, ni por margen más pequeño ni por otros resultados más amplios, por lo que deberá encontrar soluciones rápidas para recomponerse.
Este domingo volvieron a perder en uno de los cruces texanos, ante Houston y por la mínima de 93-92. No tuvo acción Nicolás Brussino en esta oportunidad, aunque claro que el principal problema de los dirigidos por Rick Carlisle pasa por la ausencia de Dirk Nowitzki, por segundo partido consecutivo y arrastrando problemas físicos en el Aquiles.
Dallas fue controlado por Houston una noche más, recordando que los Rockets ya le habían ganado el primer cruce el pasado viernes (106-98). Houston arrancó mejor, se llevó el primer parcial por 34-25 y desde entonces manejó todo. Al descanso largo amplió a 63-53 el global.
La diferencia no era grande ni mucho menos, podía aparecer una reacción de Dallas pero finalmente la misma nunca terminó de plasmarse con creces. Entrando al último capítulo 80-70 arriba, la historia se hizo más apretada cuando los Mavericks metieron presión y forzaron un final que estaba para cualquiera de los dos.
Dallas llegó a igualar el partido en 92 después de tanto luchar, con un bombazo de Wesley Matthews que parecía ilusionar al equipo de Carlisle con obligar el suplementario. Sin embargo, el propio Matthews le cometió una falta a James Harden en la última bola del partido y el escolta no perdonó, anotando uno de sus dos libres y decretando el 93-92 que le dio la victoria a Houston.
Harden no solo fue el protagonista del cierre y el autor de la victoria de Houston, sino que también tuvo una gran noche con 28 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Por su parte, Matthews fue el líder del intento de remontada de la visita con 25 tantos.
El dato: los Mavericks no arrancan una temporada con récord negativo de 0-3 desde la 2011/12, temporada recordada por el lockout que se generó en dicho año. Dallas venía de lograr el anillo en la 2010/11 y arrancó el siguiente año con ese 0-3 en diciembre (perdiendo Miami en Navidad, Denver y Oklahoma City), racha negativa que se quebró en su cuarta presentación cuando le ganaron a Toronto.