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El conjunto visitante jugó el primer cuarto de igual a igual. Con Mansilla y Hure como abanderados, los de Bianchelli se alejaron primero 12-9 y luego 16-9, pero cuando apareció la defensa de Boca la diferencia se redujo a 16-14. Bianchelli intentó frenar el aluvión Xeneize con un minuto, pero una ráfaga de Gargallo hizo que el local cierre arriba 19-18.

Ya a partir del segundo el equipo de Narvarte empezó a establecer sus reglas. Con dos bombas la luz trepó a 26-18, llegando a dos dígitos (28-18) tras una volcada de Aguerre. Lejos de rendirse, el conjunto de la Patagonia empezó a arrimar (30-23) gracias a un buen pasaje de Cerminato, llegando a 36-29 a la hora del descanso largo tras un buen cierre de Paletta.

El comienzo picante de Mansilla acercó aún más a Hispano, pero ocho puntos casi consecutivos de Flor estiraron cifras a 48-40 y le trajeron tranquilidad al dueño de casa. A partir de allí Boca ya prácticamente no correría riesgos en la noche y gracias a un cierre a toda orquesta de Gargallo se fue a descansar con una importante ventaja de 61-48 a su favor. 

El último cuarto fue prácticamente para cumplir con el reglamento. De la mano del homenajeado Sandes, el equipo de Narvarte llegó de manera más que desahogada al final y abrochó su quinta victoria en la Liga Nacional. Hispano ofreció dignidad y sabe que si se hace fuerte en Río Gallegos debería estar lejos de las posiciones más preocupantes de la tabla en La Liga Nacional.