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La ACB hace tiempo que viene luchando con la cantidad de equipos que conforman su competencia, a partir de las complicaciones que genera en su calendario los 18 que hoy la conforman, sobre todo porque tiene muchos compitiendo en torneos internacionales, básicamente a 4 en la Euroliga, que es la que más concentra partidos. 

Por eso, se avecina un problemón para la 2020/21, a partir de la confirmación de la Federación Española de que si el 25 de mayo se cancela la temporada de la LEB (competencia que maneja), promoverá el ascenso de los dos primeros en las posiciones al momento de la suspensión de la 2019/20, es decir, Valladolid y Gipuzkoa. Si se termina la temporada, habrá un partido entre ambos, el ganador ascenderá, y el otro jugaría un repechaje con un minitorneo entre los 6 equipos ubicados del tercero al octavo puesto. 

El problema es que la ACB, a la que irían esos clubes ascendidos, ya decidió que no habrá descensos, aunque no lo confirmó oficialmente, pero es un hecho. También definió su formato de disputa si llega a poder jugar lo que queda: dos zonas de seis equipos todos contra todos, semifinales y final. 

Si se confirma lo de los ascensos de parte de la FEB, podemos casi asegurar que el tema terminará en los tribunales, porque ACB no va a aceptar que le impongan dos equipos más, lo que llevaría el total a 20, las fechas a 38 y un lío infernal para meter todo en la próxima temporada, teniendo en cuenta que la Euroliga tendrá 34 jornadas. Así que a prepararse para un litigio con abogados de por medio, dinero en juego y también, claro, un problema deportivo.