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El escolta de Minnesota Timberwolves dialogó con Rachel Nichols en SportsCenter luego de la viralización de su furioso retorno a los entrenamientos con el primer equipo de la franquicia. Hace tres semanas, en el marco de una reunión con el entrenador Tim Thibodeau y con miembros de los despachos, había expresado se enorme deseo de irse de la franquicia, pero nada ha pasado desde ese entonces, a excepción de alguna que otra conversación profunda con Miami y Houston. Este miércoles se entrenó por primera vez con los Wolves en la pretemporada y largó todo lo que tenía guardado: vociferó y desafió a compañeros, staff técnico y miembros de la dirgencia, según un informe de ESPN.

"Mucho de lo que se dijo es cierto, pero tenés que entender que no he jugado baloncesto en mucho tiempo y su soy una persona muy apasionada. Me encanta el juego y no lo hago por ninguna otra razón, excepto para competir y enfrentarme con los mejores para tratar de demostrar que puedo estar a la altura. Entonces, toda mi emoción salió de una vez. ¿Fue la manera correcta de hacerlo? No, oero no puedo controlar eso cuando estoy compitiendo. Soy yo en mi esencia, en mi estado más puro", comenzó el jugador de los Wolves, que tendrá la opción de jugador para convertirse en agente libre una vez finalizada la 2018/19.

"¿Fui honesto? Brutalmente.Todos tienen tanto miedo de ser honestos. Si no les gustó la forma en que me manejé en la práctica, cualquiera de los jugadores debería haberse acercado a mí, decirme algo... No es personal", explicó Butler, que también confesó que "la relación con los Wolves no está recompuesta, pero podría estarlo en un futuro".

Por último se refirió a dos de los jugadores que, por diferentes cuestiones, estuvieron en el centro de la escena dentro de su novela particular a lo largo de este mercado: "Karl-Anthony Towns es el jugador más talentoso del equipo, Andrew Wiggins es el mejor dotado físicamente, pero yo soy quien juega el baloncesto más físico y duro".