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La selección Argentina de sordos, consiguió por estas horas un inmenso objetivo: el segundo lugar en el Preolímpico de Maryland, y con él, la clasificación para las Sordolimpíadas del año que viene (finalmente se jugarán en Washington y no en Turquía).

Todo toma mayor relevancia cuando se conoce el esfuerzo que Los Topos hacen, ya no solo para poder conseguir este tipo de metas, sino para básicamente tener la chance de competir. A continuación, para conocer un poco más del equipo, su esfuerzo y su gran torneo, hablamos con su entrenador, Ariel Britos.

- Más allá de la derrota de hoy en la final, está claro que el objetivo está más que cumplido. Contame que balance hacés de lo que fue el torneo para ustedes.

. Sí, el balance es más que positivo. Logramos en un año formar una familia y desde esa familia, se logró formar el equipo. Yo quería que los chicos jueguen al básquet, para que después aprendan a ganar. En la preparación tuvimos muchos partidos y la mayoría los perdimos. Pero yo sabía que íbamos por un buen camino y que podíamos lograr lindas cosas acá. Así que veníamos muy confiados. Te repito, el balance es más que positivo.

- ¿Y qué cambió una vez que arrancó el torneo, comparado a los juegos de planificación?

. Todo lo que se hizo en el torneo fue todo lo que planifiqué desde La Plata hasta acá. Todo. El trabajo con la PF fue increíble, porque le pedía ciertas cosas puntuales para que tengan los jugadores, sabiendo que el juego ese era el que nos iba a llevar a lograr buenos resultados. Entonces ella se puso a trabajar, cumpliendo al pie de la letra todo lo que le pedí. LLegamos acá bien preparados físicamente. Desde lo táctico no hicimos cosas secretas ni nada de eso, simplemente les di confianza, les di ganas de jugar, les di una forma de juego en la que se sentían cómodos todos. Y por eso metimos partidos como los que metimos acá. Salvo Estados Unidos que es una potencia increíble, con los otros equipos fuimos superiores a todos.

- Supongo que a Estados Unidos lo veían lejos. ¿Pero se veían superiores al resto como terminaron siendo, o creían que había algún otro favorito por encima de ustedes?

. Veíamos a Estados Unidos sí, lejos. Pero veíamos a Venezuela también, porque venía de ser el subcampeón olímpico y está tercero a nivel mundial. O sea, es una potencia y respetábamos eso. Veía que los chicos estaban bien preparados, y una vez que ellos se dieron cuenta que la forma de juego que les proponía los iba a llevar lejos, el básquet fluyó y se dieron los resultados que se dieron. A Venezuela ayer en un momento le sacamos 22 puntos, con un juego que era hermoso para ver.

- ¿Desde lo basquetbolístico cuál fue la mayor virtud del equipo?

. La solidaridad, tanto en ataque como en defensa. El equipo fue solidario, confiaban en cada uno de sus compañeros y se prestaban la pelota en todo momento. Había jugadas que demoraban 12 o 15 segundos, pero con 8 o 10 pases. Fue hermoso verlos jugar. Esa fue la clave de este equipo me parece a mi: ser solidarios con los compañeros.

- Conociendo todo el trabajo que hacen para poder participar de este tipo de eventos, imagino que cuando se consiguen los objetivos, todo toma sentido y le da un sabor extra al logro.

. Claro. Te digo más, todavía estamos debiendo plata. Nos vinimos debiendo plata. Tenemos que volver y seguir trabajando para tapar deudas que nos quedaron allá. Así que el trabajo va a seguir igual, como la humildad de todos que se va a mantener. Es lo que nos trajo hasta acá y no tenemos porque cambiar eso. Te cuento por otro lado que los Juegos Olímpicos no se van a hacer en Turquía, por los problemas que hay de seguridad y políticos allá. Nos acaba de confirmar la organización que el año que viene se van a hacer en Washington, en la Universidad de Gallaudet. Así que ya estamos pensando en el año que viene, intentando juntar la plata que tenemos para pagar y empezar a trabajar para conseguir lo del 2017.

- Te iba a preguntar justamente por ese 2017, porque tienen la plaza desde lo deportivo, pero ahora arranca un camino arduo para poder llegar desde lo económico, ¿no?

. Sí, ojalá que no sea por momentos tan preocupante como esta vez. Estábamos en La Plata dos o tres días antes de viajar y no sabíamos si viajábamos. Si no era por el aporte de uno de los padres de los chicos, que dio una plata para la empresa de viajes, no veníamos. Porque como te digo, todavía estamos debiendo plata. Así que espero que en el 2017 pensemos más en lo deportivo y no tanto en lo económico, para poder viajar lo más tranquilos posibles.