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El partido, disputado en un clima sumamente caluroso que por momentos pareció afectar las acciones, comenzó de manera imprecisa, con ambos equipos fallando mucho en ataque y sin conseguir buenas opciones de tiro. Gimnasia de Comodoro arrancó apostando a una defensa zonal, pero rápidamente volvió a marcar en hombre luego de que Boca lo hiciera pagar con un par de triples de Isaac Sosa, que dejaron el marcador 12-6, obligando a Gonzalo García a tomar su primer tiempo muerto.

Más allá del parate, la visita seguía sin encontrar un buen rendimiento en ataque. Su principal arma, el tiro de tres puntos, no aparecía (0-5) y ante esto, el equipo mostraba muy bajos porcentajes de acierto general (23% de cancha). Igualmente, Boca no era demasiado mejor y con un buen período de Sam Clancy, los de García lograron llegar al primer descanso con una desventaja pequeña (14-10).

El Xeneize había tenido un mal cierre de primer cuarto y eso se potenció en el comienzo del segundo. Los de Córdoba atacaban de manera muy forzada, sin ideas y mucho menos efectividad, en parte por deficiencias propias, pero también ayudado por una gran defensa del rival, que cerraba muy bien tanto la zona pintada, como el perímetro.

De repente, el aro comenzó a abrise para Gimnasia y con una tremenda ráfaga de 15-0, con penetraciones de Nicolás De Los Santos y el peso de Sam Clancy (10 puntos y 9 rebotes en la primera mitad) dentro de la zona pintada, los de Comodoro tomaron su primera ventaja importante del juego, yéndose al frente por 21-14. La ventaja siguió estirándose con una buena entrada desde el banco de Kenny Mitchell, quien con un par de conversiones puso una máxima de nueve (28-19), a sólo tres minutos del final de los 20 minutos iniciales.

Cuando todo indicaba que Gimnasia entraría a los vestuarios con una ventaja importante, el partido dio un vuelco de 180 grados. ¿La razón? La vuelta al campo del boricua Isaac Sosa. Sin gastar tiempo, el escolta anotó un doble largo y un triple en las primeras dos pelotas que tocó, recortando la brecha. Los visitantes cometieron un par de errores en ofensiva y con otra anotación perimetral, esta vez de Lucas Faggiano, Boca pudo cerrar sorpresivamente adelante, por 33-32.

Ambos conjuntos jugaron unos primeros 20 minutos bastante erráticos, pero la diferencia la marcaron, justamente, los tiros de tres: mientras Boca pudo encestar 5 de 13 intentos (38%), Gimnasia apenas anotó 1 de 10 (10%), situación que compensó el dominio de la visita en los tableros (23-14).

El buen cierre de la primera mitad de Boca se trasladó al tercer parcial, donde pudo sacar una buena luz de ventaja tras otro interesante tramo de Isaac Sosa, quien con cinco puntos al hilo puso el resultado 42-34 en favor de su equipo.

Más allá de esto, la diferencia duró poco y Gimnasia no tardó en reaccionar. El Xeneize volvió a perder eficacia en ataque y en el otro costado del campo, comenzó a sufrir a Federico Aguerre, importante con una seguidilla de anotaciones. Tras un robo de Santiago Scala con posterior conversión en contragolpe, los patagónicos dieron vuelta la historia y pasaron arriba por 47-46.

Los siguientes minutos confirmaron la condición del encuentro como uno de rachas, ya que ahora fue Boca el que volvió a comandar las acciones y logró cerrar el período 56-52 en su favor, luego del primer momento importante de Matías Sandes en el juego y buenos minutos desde el banco de parte de Axel Weigand. Ninguno de los dos podía terminar de consolidarse y todo quedaba abierto para los diez minutos finales.

Esta característica del partido se rompería de una vez por todas en los primeros instantes del último cuarto, donde los locales lograron quebrar el marcador. Axel Weigand fue importante con un triple y varias conexiones interesantes con Matías Sandes en el juego interior, pero sobre todo, Boca pudo sacar provecho de un Gimnasia cansado, que dio muchas oportunidades en transición y que se quedó absolutamente sin goleo (6 puntos en el período).

Los de Comodoro tardaron seis minutos en abrir su casillero en el cuarto parcial y esto terminó costándoles el juego. Los dirigidos por Córdoba ganaron confianza, consiguieron varios puntos fáciles y terminaron quedándose con una victoria por 78-58, con números mucho más amplios de lo que en realidad fue el trámite del encuentro.

Síntesis:

Boca Juniors (78): Jonatan Treise 7, Isaac Sosa 18, Fabián Ramírez Barrios 8, Matías Sandes 11 y Pedro Calderón 9 (FI); Lucas Faggiano 11, Nicolás Copello 3, Rodrigo Funes 0 y Axel Weigand 11. DT: Ronaldo Córdoba.

Gimnasia de Comodoro (58): Nicolás De Los Santos 11, Leonel Schattmann 4, Federico Aguerre 11, Pablo Orlietti 2 y Sam Clancy 14 (FI); Santiago Scala 9, Diego Cavaco 0 y Kenny Mitchell 7. DT: Gonzalo García.