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Stephen Curry, Steve Nash, Jason Kidd, Magic Johnson y un par de superestrellas monopolizan la escena a la hora de discutir sobre quién es el mejor base de todos los tiempos. Pero, muchas veces, ese debate olvida recordar al hombre que le dio tal reconocimiento al puesto en una época en la que se hablaba mucho más de los internos: Bob Cousy. En el aniversario de su nacimiento, es necesario viajar a través de su carrera en la NBA.

El oriundo de Nueva York llegó a la liga en el Draft de 1950 luego de brillar en la Universidad de Holy Cross, con la que logró el campeonato de la NCAA en 1947. Fue seleccionado por los Tri-Cities Blackhawks, que actualmente se conocen como los Atlanta Hawks. Sin embargo, el hombre no tenía intención de jugar para ellos. Intentaba ganarse la vida con una escuela de manejo y pretendía un salario de 10 mil dólares para unirse. Le ofrecieron nada más que seis y desistió. Entonces, los Chicago Stags trataron de quedárselo. Desafortunadamente, la institución desapareció esa misma temporada.

Maurice Podoloff, Comisionado de la competencia por aquellos tiempos, realizó una especie de "Draft de dispersión" en el que los atletas de los Stags fueron a parar a diferentes equipos. Cousy fue a parar a los Celtics, que le ofrecieron un sueldo de 9000 dólares a pesar de no estar tan seguros de si lo valía. La historia demuestra exactamente lo contrario: en su campaña de novato, participó por primera vez del All-Star Game por su gran nivel. En total, lo logró en trece oportunidades. Además, entre 1957 y 1963 ganó seis campeonatos como líder ofensivo de un plantel que encontraba en él y en Bill Russell a sus pilares.

El base dominó su época y fue la referencia de los que buscaban hacer lo mismo. Lideró la NBA en asistencias por partido en ocho temporadas consecutivas entre 1953 y 1960, convirtiéndose en el hombre más criterioso para manejar un sistema ofensivo. Ese rendimiento le valió el MVP de la competición en 1957, cuando promedió 18,8 puntos, 8,9 pases gol y 6,8 rebotes por enfrentamiento. En 1963 oficializó su retiro, aunque volvió seis años más tarde para contabilizar apenas siete presencias con la camiseta de los Cincinnati Royals.

Con el paso de los días y la llegada de nuevas figuras, su legado se ha vuelto cada vez más lejano. Sin embargo, nadie puede negar que fue la figura que sentó las bases del dominio de los "bajitos". Cousy marcó un antes y un después en el entendimiento del rol del perimetral, que actualmente es la pieza clave de cualquier institución.