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Baurú abrió el partido en el terreno en el que se siente más cómodo: defendiendo duro y en el otro costado, lastimando desde el perímetro. Ricardo Fischer sumó con un par de triples, mientras que Alex lo apoyó con otra bomba, para dejar a los brasileros con la primera ventaja importante de la tarde (11-4), ante un Peñarol que entró algo liviano y sin la mejor concentración.

Los brasileros siguieron dañando, ahora no tanto alejado del aro, sino en la propia zona pintada, con sus enormes Rafael Hettsheimeir y Murilo Becker. Peñarol no podía establecer a Leiva en el poste bajo y sumaba muchas pérdidas, lo cual encadenó una racha negativa de 11-0 en su contra y una diferencia máxima de 16. El ingreso de Franco Giorgetti por un muy impreciso Reger Dowell le dio a los suyos algo de mayor marca, pero igualmente, Baurú pudo cerrar el primer período 22 a 8 al frente.

En los primeros instantes del segundo parcial, la cara de los marplatenses cambió. El ingreso de sus suplentes, Luciano Massarelli y Alejandro Diez, además de Giorgetti, les dio otro aire y con una mejoría notable en defensa, emparejaron el trámite. Massarelli y Boccia encontraron espacio con un par de penetraciones y la diferencia bajó a diez (26-16).

A partir de ahí se vieron, seguramente, los mejores pasajes de Peñarol en el partido. Dentro de un panorama de juego trabado y físico, que favoreció a los de Rivero, los argentinos siguieron acortando la brecha con mucha marca y un buen momento de Leiva en la zona pintada, para llegar a ponerse a cinco (32-27), con la mitad llegando a su fin.

Lamentablemente, ese muy buen tramo no pudo ser coronado con un buen cierre. Un par de errores no forzados, como una pérdida en la reposición de Boccia o una falta antideportiva de Diez al potente Alex, quien además sumó el doble, le terminaron costando muy caro a Peñarol, ante un Baurú al que no se le puede regalar nada. El resultado volvió a abrirse y los brasileros se metieron a los vestuarios 41 a 29 arriba.

El segundo tiempo arrancó con un Alex dominante, haciendo uso de sus excelentes piernas para atacar el aro y no sólo convertir, sino que además cargar de faltas a los internos milrayitas. Cuando al perimetral se le sumó la tarea de Hettsheimeir, en este caso dañando desde el perímetro, la distancia llegó a una máxima de 53 a 35, que parecía comenzar a sentenciar la historia.

Peñarol dio lo mejor de sí para recotar la diferencia y poder disputar los últimos diez minutos con chances, pero Baurú estaba determinado a que esto no sucediera. Murilo sumó cerca del aro y Hettsheimeir hizo lo propio, ahora abandonando la línea de 6,75 para llevar a Leo Gutiérrez al poste bajo y aprovechar su ventaja de altura y kilos allí. Los dirigidos por Rivero no tuvieron respuestas y el marcador era de 61-45, al ingresar al último cuarto.

El conjunto marplatense salió a quemar las naves en el cuarto período, subiendo la defensa y consiguiendo algunos puntos de mano de Boccia y Massarelli. Sin embargo, Baurú rápidamente respondió y con una bomba del tirador Robert Day, logró quebrar la barrera de los 20 puntos (68-47), definiendo el encuentro.

Desde ahí, simplemente se jugó para cumplir con el tiempo reglamentario, con un Baurú que le dio algo de descanso a sus figuras, ya pensando en lo que será la definición de mañana, cuando se vea las caras con el ganador de Flamengo y Pioneros. Así llegaron al 80-61 final, diferencia que en esta ocasión, sí muestra a las claras lo que se vio en cancha entre uno y otro.

Peñarol (61): Alejandro Konsztadt 0, Reger Dowell 0, Adrián Boccia 12, Leonardo Gutiérrez 9 y Martín Leiva 14 (FI); Luciano Massarelli 16, Franco Giorgetti 0, Alejandro Diez 10 y Gabriel Fernández 0. DT: Fernando Rivero.

Baurú (80): Ricardo Fischer 14, Alex García 18, Gui Deodato 6, Murilo Becker 17 y Rafael Hettsheimeir 17 (FI); Larry Taylor 2, Robert Day 6, Mathias Rosa 0 y Wesley Silva 0. DT: Jorge Guerrinha.

Parciales: 22-8, 41-29, 61-45 y 80-61.

Árbitros: José Reyes, Roberto Vázquez y Michael Weiland.

Estadio: Maracanazinho.