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Salvo un puñado de minutos en el inicio del partido, Bahía Basket marcó los tiempos del juego, dominó a San Martín y estuvo siempre por delante en el marcador. La ausencia de dos extranjeros en posiciones internas por parte del Rojinegro (Jeremiah Wood y Lee Roberts) fue una ventaja decisiva en este nivel y sobre todo ante un equipo como Bahía Basket que basa buena parte de su juego en la supremacía que genera Anthony Johnson en la pintura.

Justamente Johnson fue la principal figura del equipo de Sepo Ginóbili y completó un rendimiento integral: 22 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 1 robo, en 25:52 minutos en cancha. Una de las principales explicaciones del 87-71 final justamente tienen que ver con este escenario que planteó el partido: Bahía ganó 40-29 la lucha rebotera (11 fueron ofensivos) y además metió 16 puntos de segunda oportunidad (contra apenas 3 de San Martín).

El dueño de casa supo establecer una diferencia de doble dígito sobre el cierre del primer cuarto y prácticamente la mantuvo durante los 30 minutos restantes. Es más, llegó a sacar una ventaja máxima de 24 puntos en el último cuarto. Definitivamente la corta rotación con la que cuenta actualmente San Martín (además de las dos bajas, también hay varios jugadores con molestias) ayudó a que no haya podido haber reacción rojinegra para intentar una remontada. Los de Sebastián González encadenaron la cuarta derrota consectiva, mientras que por el contrario, Bahía volvió a ganar en el Casanova luego de dos caídas al hilo.