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Australia 81 - Venezuela 56

Australia no tuvo demasiados inconvenientes para vencer a Venezuela por 81-56 y cerrar la ronda de grupos con una nueva victoria. Los oceánicos terminaron en el segundo puesto del A con balance de 4-1, eliminando las últimas chances de Venezuela por meterse en cuartos de final tras su insuficiente récord de 1-4. Australia no necesitó utilizar a Patty Mills (reservado), pero Chris Goulding salió a dar la cara y realizó un gran partido con 22 puntos.

Venezuela no arrancó nada bien, con muchísimos errores en sus ofensivas y sin llegar a ser punzante en ataque. Eso permitió que Australia se dispare en el marcador, en apenas unos minutos, explotando esas fallas del rival y con un rápido 10 a 2 que exigió un tiempo muerto urgente del Che García.

Poco hubo para hacer por parte de la Vinotinto, que siguió con varios errores y estuvo muy mal en sus porcentajes (3/18 en tiros de campo). De todas formas, los oceánicos no pudieron explotar del todo ese déficit venezolano y cerraron el primer capítulo arriba por diez: 16-6. Aunque la diferencia era de doble dígito, los sudamericanos la sacaron barata en el arranque.

Con claras posibilidades de renacer, Venezuela mejoró en el siguiente episodio gracias al despliegue de Gregory Vargas. El base fue el motor del empuje del equipo, con actitud y creando muchísimo juego para los suyos. El crecimiento fue notorio y la brecha llegó a reducirse a apenas cuatro unidades (23-19) restando cuatro minutos, aunque Australia se recompuso en el cierre y se fue al descanso largo 32-25 arriba gracias a las buenas performances de jugadores como Goulding (10 unidades), Ingles y Bogut.

De todas formas, a Venezuela le costó mucho concretar esa remontada. Australia siempre mantuvo el orden y el juego de Bogut en el poste fue determinante para sostener esa ventaja. Lo de los campeones de América tuvieron recursos con Cubillán, Graterol o Colmenares, pero sin dudas la alentador que mostró el equipo del Che estuvo en las manos de un ascendente Anthony Pérez, importante para mantener el trámite en constante acecho.

Australia entró al último episodio ganando por diez unidades (53-43) pero con el partido aún abierto para cualquiera de los dos, sin embargo la sensación siguió siendo la misma: ante cada presión venezolana aparecería un arrestro en la otra vereda para darle un manto de tranquilidad a los dirigidos por Lemanis.

Pero hacía falta una sentencia, porque nunca era beneficioso dejar con vida a un contrincante como Venezuela sobre todo si su nivel venía en crecimiento. Y ahí fue cuando Australia apretó el acelerador y expuso condiciones desde sus individualidades, aprovechando cada desacierto sudamericano y transformándolo en puntos. Goulding fue determinante en este pasaje, donde Australia llegó a sacar veinte de distancia (72-52) para terminar de inclinar la balanza a su favor a poco más de dos minutos para el cierre.

No hubo tiempo para un milagro en Venezuela, que intentó con garra y carácter pero que estuvo lejos del nivel océanico. Australia terminó de llevarse el juego por 81-56, en una victoria que no modificó su segundo puesto en el grupo (eso ya se definió con la derrota de Francia más temprano) pero que terminó de sepultar las últimas ilusiones de Venezuela por clasificar para quedar eliminado.

Fabián García / [email protected]

Enviado especial a Río de Janeiro, Brasil

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