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Boston Celtics (2) 92 - Atlanta Hawks (4) 104

Finalmente, llegó la primera victoria visitante en el duelo entre Boston y Atlanta, y para los Celtics no pudo llegar en un peor momento. Los Hawks dieron una muestra de jerarquía en la ruta y se impusieron por 104 a 92, para quedarse con el cruce por 4 a 2 y empezar a pensar en Cleveland, su próximo rival.

El partido empezó lento, con bajos porcentajes y un trámite netamente defensivo. El duelo era extremadamente físico y ninguno de los dos podía establecer un control claro de las acciones, si bien los de Budenholzer se llevaron las primeras diferencias (20-17). Los dueños de casa siguieron peleados con el aro en el segundo cuarto (26% de cancha) y sin brillar, a la visita le alcanzó para meterse al entretiempo al frente por 41 a 33.

Muy alejado de lo que fue el primer tiempo, el tercer período iba ser dominado por las ofensivas. O en realidad, una de ellas: la de Atlanta. Los Hawks anotaron 39 puntos en el parcial, detrás de un encendido Al Horford (11) y llegaron a sacar 22 puntos de máxima, cerrando con un considerable 80-59 en su favor.

Como era esperable, Boston salió a quemar las naves en el último cuarto y pudo recortar algo de la diferencia, con Isaiah Thomas y Jae Crowder como figuras. Sin embargo, la brecha ya era demasiado considerable como para soñar con una remontada y Atlanta acabó quedándose con la victoria por 104 a 92.

En el ganador hubo un goleo sumamente repartido: Paul Millsap 17, Kent Bazemore 15, Al Horford 15, Kyle Korver 14, Dennis Schroder 12 y Jeff Teague 11. Por el lado de Boston, no alcanzaron los 25 tantos de Isaiah Thomas, como así tampoco las 15 unidades conseguidas por Jae Crowder.

De esta manera, Atlanta consigue su pasaje a la siguiente ronda, donde lo espera Cleveland, tras barrer a Detroit por 4-0. La serie comienza este lunes y será una gran prueba para los Hawks, que recordemos cayeron por 4-0 ante este mismo rival, en las finales de Conferencia Este del 2015.

Para Boston, por su parte, es el final a una temporada que generó mucha ilusión y que seguramente será la base de un futuro próspero. Si bien al equipo le sigue faltando una estrella, los de Brad Stevens demostraron que tienen con que dar pelea y con algo de mayor experiencia y profundidad, podrían hacer ruido en los próximos años.