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No había mejor manera de comenzar el 2020 que con un triunfo. Más del calibre del conseguido. En un partidazo que tuvo todos los condimentos, Atenas derrotó a Instituto por 92-88 en tiempo extra (77). El próximo domingo, en el Arena Carlos Paz, recibiremos a Boca. 

Entretenido. Bien jugado en algunos momentos y friccionado en otros. También un poco hablado. En definitiva, como debe ser un cruce de este calibre. Bajo esas condiciones se dio la primera mitad de un partido que siempre tuvo a Atenas como dominador, pero a Instituto agazapado y amenazante. 

Lo que marcó el termómetro fue la defensa Verde. Cuando el equipo de Osvaldo Arduh jugó bien en ese costado, hizo la diferencia. No adoleció en ningún momento de variantes ofensivas y llegó a tomar máxima de 9 tras los buenos rendimientos que llegaron de la banca cada vez que el entrenador lo dispuso. Inclusive el de Lee Moore, quien tuvo un debut soñado en sus primeros segundos, con 5 unidades, un robo y otro rebote. 

En el local la defensa colectiva fue clave; mientras que en ataque Lucas Arn (13 puntos) y Franco Baralle (10) fueron lo más destacado. Del otro lado, Sebastián Ginóbili movió y movió buscando soluciones para acompañar el buen pasaje de Martín Cuello (11). Y lo encontró en Pablo Espinoza (8 y 5 rebotes); a quien se acopló el goleador Dwayne Davis (16). Entre ambos encabezaron la reacción que los puso apenas a 2 (44-42) y no supo aprovechar Nicolás Romano para igualar, fallando desde la línea. Al descanso se fueron 50-44. 

Después de los vestuarios la Gloria mostró otra cara, otro rendimiento. Pero más allá de eso, la diferencia fue la aparición de Gastón Whelan. Luego de que David con una bomba pusiera a su equipo arriba del marcador (55-54), el base comenzó a dominar los hilos del juego y con 6 puntos seguidos estiró la diferencia a 61-56, que amplió Cuello a 64-58 con que ingresaron a los últimos 10 minutos. 

Ese último cuarto tuvo de todo, pero por sobre todo adrenalina. No se dieron ventajas. Movieron las piezas como en un tablero de ajedrez buscando la que en el momento parecía ser la mejor opción. Atenas se adelantó 72-71 a 3m59 con triple de Nicolás Zurschmitten; y luego bomba de Baralle para estirar las cifras 75-71 con 1m30. Nada terminó ahí. La visita acercó cifras y una falta en mitad de cancha restando 3s le dio tres tiros a los de alta Córdoba, con lo que igualaron las acciones en 77 y todo se fue a alargue. 

Y en el tiempo extra el duelo cordobés terminó siendo una locura. Pudo ser para cualquiera de los dos, aunque el griego fue el más fuerte de la cabeza y el que mejor supo cerrarlo. Fue una gran victoria ante Instituto por 92-88 para arrancar de la mejor manera este 2020.