La Selección mesopotámica reaccionó después de un mal primer cuarto y se llevó un ajustado pase a la final. El marcador indicó 73-71 para el rojiverde, que sufrió hasta el cierre para vencer a FeBAMBA.
La primera semifinal se jugó entre dos pesos pesados de nuestro básquetbol, quienes ya se habían visto la cara en fase de grupos: la selección del Área Metropolitana de Buenos Aires y el único invicto, Entre Ríos. FeBAMBA inició el partido a tope, aprovechando distracciones defensivas del rival, quien descuidó a los tiradores y lo pagó caro; la labor de los perimetrales capitalinos fue excelente, los tres primeros triples que tomaron, los convirtieron y así abrieron con el pie derecho la semifinal. Del otro lado, los de Giorello tuvieron sus chances a pie firme y abiertos, pero lucieron por demás imprecisos; ninguna de sus dos figuras, Mateo Díaz (0/4 TC) y Scacchi (0/4 TC) estuvieron al nivel habitual, provocando que el goleo de los mesopotámicos sea muy bajo. Además de la diferencia en los lanzamientos externos (4/6 vs 1/7), Federico Copes (9 puntos) permaneció encendido a lo largo del período, y FeBAMBA acabó los primeros diez, mandando por 27 a 12.
El segundo cuarto cambió radicalmente porque Entre Ríos defendió como es característico de un equipo que dirige Nicolás Giorello. Atraparon en mitad de cancha, empezaron a cambiar para estar más cerca de los tiradores y los resultados fueron elocuentes: no hubo un triple de FeBAMBA (0/4) en todo el parcial y Copes, que había estado intratable, no anotó en el período. Del otro lado, Rattero se hizo fuerte en la pintura, y agregado al envión de las buenas defensas, lograron bajar los dos dígitos antes del entretiempo.
La segunda mitad fue un culto a las defensas. En esa lucha a FeBAMBA le tocó correr de atrás, porque Entre Ríos tomó las cosas dónde las había dejado antes del mediotiempo, y remontó tras un excelente tercer parcial con Gerónimo Rosso como líder (Mateo Díaz salió por una lesión en el tobillo). Otro que tuvo un aporte clave en esta recuperación fue Lautaro Pividori, que luchó los cuarenta minutos sin tener descanso. A los de Capital Federal, los triples le aparecieron cuando no podían penetrar la defensa interior del rival, entrando a los últimos minutos del juego en total paridad.
Cuando las cosas estaban más calientes, el siempre cumplidor Ramiro Rattero, quien había sido bien neutralizado por Bihurriet durante todo el pleito, apareció para herir desde la zona pintada. Con él como máximo anotador, Entre Ríos parecía encaminarse a una victoria asegurada, pero el nerviosismo provocó pérdidas (más libres fallados) y FeBAMBA se puso a dos cuando restaban un puñado de segundos. Con 5.2 segundos por jugar, Valentín Berecochea tuvo la bandeja para mandar el partido a suplementario, pero el balón no quiso entrar y Entre Ríos se quedó con el pase a la final por 73 a 71.