Después de algunos años en los que parecía que una oportunidad como esta se demoraría mucho más, la Argentina se encuentra hoy ante una nueva chance de alcanzar una final de las grandes, cuando se enfrente a Francia por las semis del Mundial de China 2019, desde las 20 hora local, 9am de la Argentina (televisan TyC Sports, TV Pública y DirecTV).
¿Cuáles son las chances de Argentina contra los franceses? Absolutamente imposible de predecir. Si tuviéramos que hacer un análisis previo al Mundial, claramente Argentina estaría en desventaja ante Francia, por antecedentes, por individualidades y demás. Pero en este torneo, no sería aventurado decir que Argentina probablemente desplegó el mejor básquet del Mundial, y que tras voltear a Serbia en cuartos (y vencer antes a rivales duros como Nigeria o Rusia), puede ganarle a cualquiera.
Francia, que también demostró poder ganarle a cualquier tras eliminar a Estados Unidos, tiene varios puntos que la hacen peligrosa. Un equipo atlético, con tamaño, talento, juventud y experiencia. Si bien centra su juego ofensivo muchas veces en el uno contra uno de Fournier, su gol puede llegar de muchas maneras distintas: perimetral con Ntilikina, De Colo, Fournier y Batum (aunque este último todavía no apareció en el torneo); interior con Gobert o Poirier (también poco usado por Collet), o también a través de los otros que rotan normalmente, con menor protagonismo ofensivo, como Albicy, M’Baye o Lessort.
Pero Francia y Argentina son más que números individuales o estadísticas. Si bien esos números reflejan su buen torneo, lo que los ha traido hasta aquí es su excelente funcionamiento de equipo y, sobre todo en Argentina, su fluidez para jugar pases, algo que Francia utiliza menos con Fournier. Igualmente, los europeos tienen en claro cuál es el rol de cada uno, y están comprometidos por alcanzar su primera final grande de la historia, algo que Argentina ya hizo varias veces, sin contamos Mundiales de 1950 y 2002 y Juegos Olímpicos de 2004. De todos modos, esos años están lejos en el recuerdo, mientras Francia chapea con su medalla de bronce en el último Mundial de 2014.
Las claves pasarán por distintos aspectos. Francia ya demostró con Ntilikina que puede ejercer una gran presión defensiva sobre el base rival, tal como hizo el jugador de los Knicks sobre Walker. Campazzo es distinto y conoce mejor el juego FIBA que Walker, además de llegar preparado para eso, algo que evidentemente Walker no hizo. Por el lado francés, está claro que para Argentina será clave intentar perder por lo menos posible una lucha rebotera que le será irremediablemente desfavorable. El problema no es tanto el número de rebotes de menos, sino las heridas que eso cause. Hasta ahora, Argentina supo emparejar ese defecto con un nivel defensivo general de altísimo nivel, con lo cual el rubro rebotes solo quedó como una mala estadística.
Por otro lado, ofensivamente, el equipo de Hernández viene haciendo un torneo superlativo, con la media cancha por encima incluso de lo esperado, sobre todo por el lado de Garino, y con Scola de alguna manera reafirmando su historia, pero a una edad en la que pocos esperaban que pudiera hacerlo. Pero Luis no necesita motivaciones. Se reinventa a lo que haga falta cada día. Hoy, es uno de los dos o tres mejores internos de este Mundial, sin discusión.
A nuestra forma de ver, quizá el punto más importante de la noche, sacando obviamente que serán los jugadores los que definan, será el planteo táctico y la estrategia que cada plantel haya preparado y sea capaz de ejecutar. Argentina ha sido uno de los equipos más sólidos en cuanto a hacer al ciento por ciento todo lo que hacía falta para ganar los partidos. Ejecutó mejor que nadie hasta ahora. Francia también lo hizo contra Estados Unidos y hoy habrá un duelo también en ese rubro. En definitiva, un juego para disfrutar, primero, para sufrir después. El resultado final no debería modificar lo que ambos hicieron en este Mundial.