Paraguay 61 - Argentina 83
La selección argentina cumplió ante Paraguay y dio el paso que necesitaba para levantarse en esta cuarta fecha de las ventanas FIBA. El equipo de Sergio Hernández se impuso por 83-61, recuperándose de la derrota de hace unos días ante Uruguay y asegurando su pase a la próxima fase de las eliminatorias. Argentina fue de menor a mayor y a partir del tercer cuarto encontró su mejor funcionamiento, con un juego más dinámico y un par de triples que aseguraron un buen colchón de diferencia y que quebraron el partido de forma temprana. Lucio Redivo fue el goleador con 14 puntos, aunque también hay que destacar los muy buenos aportes de Leo Mainoldi y Nico Brussino (ambos con 12 tantos).
A pesar de la intensidad que trató de imprimir en el arranque del partido, Argentina se mostró bastante desordenado y sin terminar de desplegar su mejor básquet. Por momentos tuvo cosas interesantes con Brussino encargándose de los puntos o el juego de Laprovittola, mucho más suelto que hace un par de días y con buenos regresos en defensa. Pero igual costó porque nunca logró ser regular, y eso nunca dejó que el despegue sea lo suficientemente importante.
Párrafo aparte para el susto que se dio en los primeros de la noche, cuando después de una volcada de Delía la jirafa del Parque Guerrero cayó sobre el paraguayo Alejandro Peralta y el jugador debió ser atendido con un corte en la cabeza. El partido estuvo demorado en lo que podía haber terminado en tragedia, aunque por fortuna Peralta luego volvería a la cancha con un vendaje para jugar.
Solo en el cierre del primer cuarto Argentina logró sacar una ventaja interesante de 25-19, con intermitencias y sin terminar de soltarse pero siendo más que Paraguay. Ya en el segundo periodo se vieron mayores lagunas, la selección abusó muchas veces del tiro externo y eso le sacó dinámica, además de que en el otro costado el conjunto paraguayo encontró en Zanotti un buen argumento para mantenerse al acecho. Al descanso largo, Argentina sostuvo una brecha de siete (40-33) porque siguió teniendo algunas incursiones de Brussino y el buen aporte de Redivo.
Tras el descanso y con la ceremonia de retiro de la camiseta de Chapu Nocioni en el medio, Argentina empezó a estirar la brecha con un par de oportunos triples (tres de Mainoldi fueron muy importantes) y un juego mucho más ordenado ante un Paraguay con grietas. De todas formas, a pesar de que la diferencia se estiró cada vez más, Argentina empezó a caer en problemas de faltas en varios jugadores. El tiro externo fue abriendo el partido, el banco dio un interesante aporte (bien Redivo, Saiz y Fjellerup) y Argentina pasó de lograr una interesante ventaja de 13 a controlar las acciones definitivamente y pasar a ganarlo por 20: 66-46 y quiebre.
En el último cuarto nada cambió, Argentina abrió el capítulo con una bomba de Redivo y la historia empezó a cerrarse prematuramente. Es cierto que Paraguay logró recortar la brecha en algún que otro pasaje llegando a ponerse a 15 después de un +22, pero la historia ya estaba definida para entonces y Hernández hasta ya movía el banco para darle minutos a chicos como Berra (debut en la selección) o mayor tiempo en la base a Balbi. Terminó siendo un cómodo 83-61, un resultado que no solo le permite levantarse de la derrota del pasado viernes sino que también ayuda en la confianza del equipo, sobre todo por el complemento desplegado.
Fabián García / Enviado especial a Olavarría, Buenos Aires
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