Preolímpico 2015

20 años de definiciones y sufrimientos en Preolímpicos

21:16 10/09/2015 | Desde 1995, Argentina jugó 5 torneos clasificatorios para los Juegos, logrando el objetivo en cuatro de ellos. Aquí, cada historia.

La última, enel 2011, inolvidable, y el abrazo de los dos mejores jugadores argentinos de la historia, Ginóbili y Scola

Mañana será una nueva batalla. Un nuevo sufrimiento. Otros 40 minutos donde toda la adrenalina de un torneo se concentrará en un solo resultado. El sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos siempre ha sido un parto para Argentina, hasta 1995, primera vez que esa clasificación se hizo efectiva, ya que en 1980, edición debut de los Preolímpicos, la Argentina consiguió uno de los pases para Moscú, pero luego, por el boicot, no se concurrió a la Unión Soviética.

En 1984 se estuvo muy lejos, en 1988 se perdió un partido por paliza ante Canadá que dejó a la selección afuera de las semifinales, lo mismo que en 1992 en Portland ante Puerto Rico, en el cruce de cuartos de final, en épocas en el que el sistema de juego era diferente y Puerto Rico ganó 92-85.

En 1995 (DT Guillermo Vecchio) cambió la historia. Argentina venía de ganar los Panamericanos y, por primera vez, tenía a un jugador que jugaba en Europa (Marcelo Nicola), a otro en el mejor momento de su carrera (Diego Osella), y a Milanesio/Espil consolidados como una media cancha determinante.

Argentina llegó invicta al partido de semifinales ante Brasil, en el estadio Ruca Ché de Neuquén, que explotaba. El juego fue parejísimo, y lo terminó ganando Argentina 87-82 con un Espil imparable (31 puntos), más Nicola como principal ladero (20), y aportes fundamentales de Osella (11) y Esteban Pérez (11). Ese triunfo puso a Argentina en Atlanta '96, posibilitando el regreso a los Juegos Olímpicos después de 54 años.

En 1999 (DT Julio Lamas), ya con varios que luego serían parte de la Generación Dorada (Scola, Ginóbili, Montecchia, Nocioni, Victoriano, Sconochini, Gutiérrez, Palladino y Fernández), Argentina perdió en la primera jornada ante Canadá y esa derrota le costó parte de los Juegos. No jugaron el torneo Oberto (quería ir a la NBA y no jugó), ni Pepe Sánchez (comprometido en Temple). Ya no estaba Milanesio. Sí Espil.

Como Puerto Rico venció a Canadá, Argentina debía vencer a los locales por 6 para quedar tercero y evitar a Estados Unidos en las semifinales. Tenía una ventaja mayor aún, faltando pocos segundos, pero cometió un par de errores y terminó ganando por 5, sentenciando su clasificación a Sydney 2000, ya que en semis, Estados Unidos, con un equipazo, ganó 88-59. Argentina derrotó a Puerto Rico por el 3º puesto, completando un torneo fantástico, pero sin pase a los Juegos Olímpicos.

En el 2003 (DT Rubén Magnano), otra vez en Puerto Rico, Argentina llegaba con la chapa de ser subcampeón del mundo, pero arrancó el torneo con el pie izquierdo, cayendo ante el México de Guillermo Vecchio 91-89. Después consiguió triunfos que, a la larga, serían clave, como frente a Puerto Rico y Canadá, puesto que en la segunda fase llegaría otra derrota impensada, ante Venezuela, 97-92, con un cierre increíblemente malo, desperdiciando una ventaja. Un triple empate entre Argentina, Canadá y Puerto Rico, nuevamente, mandó en este caso al matadero al local. 

Argentina se jugaba todo ante Canadá, que tenía a tres integrantes del Canadá actual, aunque no como jugadores: Steve Nash (manager hoy), Jay Triano (entrenador en ambos casos) y Rowan Barrett (jugador entonces, hoy asistente de Nash). Argentina no estaba dispuesta a sufrir, y fue la única vez que liquidó un cruce decisivo en el primer tiempo, con 20 puntos de Ginóbili, para sacar 17 (51-34), y terminar 88-72, sin angustias. Significaría el pase a Atenas 2004.

En Las Vegas 2007 (DT Sergio Hernández), la cosa estaba muy difícil. Argentina venía de un duro golpe en el Mundial de Japón y varios soldados no estaban: Ginóbili, Oberto, Nocioni, Wolkowyski, Gabriel Fernández, Pepe Sánchez, Herrmann... Fue el torneo en el que Oveja armó su grupo de jugadores, que lo acompañarían siempre: Scola, Prigioni, Delfino...y el resto.

Con ellos, jugó un torneo sensacional, el primero en el que Scola fue amo y señor de la selección (terminó, de hecho, como MVP), y donde el equipo terminó acoplándose de una manera formidable, para ganar todos sus partidos hasta el choque en la segunda fase ante otro Dream Team, éste en serio: Bryant, LeBron, Kidd, Anthony, Howard, etc. 

La derrota ante los locales no impidió que Argentina terminara segunda, y le tocara Brasil en semis. Un Brasil con Lula Ferreira de entrenador, que había perdido a Marquinhos por lesión, pero que igual era de temer: Nené, Marcelinho, Alex, Huertas, Guilherme, Leandrinho y Tiago Splitter. Un equipazo. 

Argentina jugó un partido memorable, con Scola decisivo (27 puntos), pero con otro tridente que resultó determinante: Prigioni (14 y 5 asistencias), Delfino (13) y Paolo Quinteros, que anotó 10 puntos nomás, pero un triple demoledor. Argentina ganó 91-80 y obtuvo su pase a Beijing.

En el 2011 (DT Julio Lamas), mucho más cerquita, todo hacía pensar que la clasificación sería un trámite. Era la situación ideal: se jugaba en Mar del Plata y Argentina estaba completa, con todos los monstruos, incluyendo el regreso de Pepe Sánchez después de 5 años. 

Fue alegría y fiesta hasta las semis, más allá de un tropiezo contra Brasil en la segunda fase, que obligó a los de Lamas a jugar en semis ante Puerto Rico, al perder el primer puesto global. Los puertorriqueños estaban bien, con Flor Meléndez de entrenador y el trío Arroyo-Barea-Santiago como referente, más Ricky Sánchez, Balkman y Galindo como principales jugadores.

Fue un auténtico parto. Puerto Rico ganó 44-40 la primera mitad. Argentina se sostenía en base a Scola, porque Ginóbili estaba desaparecido (4 puntos), pero en el tercer cuarto, lo del bahiense fue monumental: 5 triples casi seguidos, más un sexto en el arranque del último período, para destrabar el juego.

Sin embargo, Puerto Rico se vino con Barea, Arroyo y Santiago e igualó en 79. Dos veces Argentina tiró 1/2 libres, para sacar una ventaja pequeña (81-79), que le dio la última del juego a Puerto Rico. Atacó por la derecha y Barea llegó a tirar un triple que congeló al Polideportivo. Se quedó corto y la ciudad entera festejó como nunca. Era el pase a Londres 2012.

 

 

Veinte años de nervios, de angustia, de locura y de emoción. Mañana será una nueva edición. A prepararse.

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