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El Real Madrid sigue con la misma tónica de la temporada pasada contra el Barcelona. En un encuentro sumamente ajustado, los de Chus Mateo se quedaron con el triunfo por 89 a 83. Facu Campazzo jugó un gran partido y aportó 18 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes, fallando un solo tiro. Jabari Parker y Darío Brizuela fueron los más destacados en el equipo culé. En cuanto a los argentinos, Lapro sumó 7 unidades y 8 asistencias y Deck, 5 tantos y 10 rebotes.

El inicio del partido encontró a un debutante blanco Xavier Rathan-Mayes muy participativo, encargándose del ataque del Madrid, siendo sumamente ofensivo y tomando gran parte de los primeros tiros. Erró sus primeros 4 libres, y eso le bajó un poco el crédito, aunque hizo un buen trabajo defensivo sobre Kevin Punter. Por el lado del Barcelona, apareció Jabari Parker, clave, que fue el que mejor se encontró con el gol en el equipo catalán.

En el tercer cuarto, el Real Madrid empezó a escaparse. Un buen pasar de Musa, Campazzo y Tavares le dio una diferencia considerable al conjunto de Chus Mateo, que llegó a sacar 12 puntos de ventaja (60-48). El blaugrana no permitió que su rival se escapara y con Brizuela, que comenzó a sumar, pudo achicar el margen. Otro que se destacó fue Justin Anderson, que trabajó con mucha intensidad en ataque y, sobre todo, en defensa. El Barça pudo contener un poco al Madrid, cambiando en los bloqueos, y así volver al partido.

En el último cuarto, todo fue paridad. Buen trabajo de los 3 argentinos que aportaron desde su rol. Cuando el Madrid se perfilaba para escaparse, Musa no aprovechó los tiros abiertos y el Barça volvió a empatar el juego (75-75). Hezonja sacó un doble y falta que Satoransky respondió con un triple, y todo se mantuvo igualado en 80. Un pase de Facu a Tavares y un robo del mismo Campazzo, que terminó en una bandeja de contra, inclinó el partido para los de blanco, que ganaron por 89 a 83 y se metieron en la final de la Supercopa, y van en busca de ganar la séptima consecutiva. Facu fue la figura excluyente del juego, dominando todos los momentos calientes del encuentro. 

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