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En el baloncesto, un juego de equipo por excelencia, salir de la banca e impactar es una cuota tan necesaria como ser el máximo anotador del equipo. Si alguien que sale de los suplentes no hace la diferencia el equipo se cae y queda desbalanceado, por eso que contar con un jugador que pueda irrumpir con la segunda unidad es casi una obligación.

Miami  se aseguró ese rol con Tyler Herro, quien sumó y sumó desde la banca y se quedó con el premio a mejor sexto hombre de la temporada de manera holgada. Este galardón alguna vez estuvo en mano de Manu Ginóbili en la temporada 2007/08 y a juzgar por lo que fue su carrera saliendo como suplente en San Antonio, es un premio en el que cualquier jugador se puede sentir identificado, puesto que Manu nunca perdió preponderancia en su equipo a pesar de que en sus 1047 partidos que jugó en la NBA en fase regular, solo titularizó en 349.

Con el premio bajo el brazo y ganando algunos “enemigos” en Sudamérica, el escolta del Heat ponderó a otros apellidos a la hora de hablar de inspiración para ser importante desde el banco. “Cuando pienso en el premio, se me vienen a la cabeza Lou Williams o Jamal Crawford… Ellos abrieron el camino para todos nosotros", indicó.