NBA

La extraña diferencia entre Tim Duncan y Reggie Miller

14:25 19/09/2021 | Ambos fueron fieles a sus franquicias de origen, pero entre los dos hay una brecha enorme. Enterate de que se trata esa estadística.

Tim Duncan y Reggie Miller, dos que hicieron historia en sus equipos (Foto: Getty)

En la NBA de los 90 o principios de los 2000 los jugadores solían aferrarse a una franquicia y transitar juntos las buenas y las malas, los intentos por ser campeones y los fracasos de ni siquiera estar cerca o bien tropezar en el último escalón. Bajo estas condiciones hay dos jugadores que son emblemas y que cuando se los recuerda como jugadores, las imágenes son con una sola camiseta, aquella que los marcó para siempre como Tim Duncan con los Spurs y Reggie Miller con los Pacers.

 

Fueron casi 20 años de carrera para ambos, Reggie Miller llegó a la NBA en el draft de 1987 y en el puesto 11, Indiana lo seleccionó para conformar un idilio de por vida. Proveniente desde Wake Forest, Tim Duncan arribó a la NBA en 1998 en el puesto número uno después de una temporada anterior tirada a la basura por San Antonio en la que acumuló derrotas en pos de conseguir al centro nacido en Islas Vírgenes.

 

Los Pacers disfrutaron de 18 años de carrera de Reggie, llegaron a una final de la NBA, pero aún esperan por su primer anillo, el cual en estos tiempos es más una utopía que otra cosa. En contraposición, los Spurs disfrutaron de 19 años de Tim Duncan en el cual quedaron cinco títulos en la memoria de los fans e infinidades de triunfos.

 

Justamente en la mención de victorias radica la diferencia anormal entre uno y otro, dado que Tim Duncan con San Antonio alcanzó los 1001 triunfos y Reggie Miller cosechó 622 derrotas. Estos guarismos arrojaron que esta brecha en la más grande en la historia de la NBA entre partidos ganados y perdidos de jugadores que vistieron una misma camiseta a lo largo de sus carreras.

 

A pesar de los números y logros, Reggie Miller y Tim Duncan son dos jugadores íconos para sus franquicias y recordados por sus grandes proezas el rectángulo de juego. A uno le fue mejor que a otro, pero los dos construyeron un legado y ese mérito vale tanto como un campeonato.

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