La historia de vida detrás de San Antonio campeón en 1999
16:40 20/10/2022 | Los Spurs se quedaron con su primer título con Duncan y Robinson como figuras, pero hubo uno que fue importante y calló un problema de salud en pos del equipo.
Sean Elliot siempre fue un guerrero adentro de la cancha, tenacidad, garra, entrega fueron las principales características de este alero que supo ser campeón de la NBA en 1999 con los Spurs, antes de tener que tratar una enfermedad que puso en jaque su vida y por supuesto su carrera.
Glomeruloesclerosis focal, una enfermedad que impide que los riñones filtren adecuadamente los desechos de la sangre, fue el diagnostico que recibió Elliot a falta de un mes para que culmine la temporada regular de la campaña 98/99 justó en la que San Antonio se consagraría por primera vez en su historia.
Asimismo, él y su entorno decidieron continuar jugando de manera normal sin comunicar está fatídica noticia que podía afectar a la comunión del equipo y el enfoque, puesto que con la característica que tienen los Spurs, eso de ser familia, que un miembro esté tan delicado de salud iba a afectar.
Entonces el curso siguió y San Antonio fue campeón por primer vez en aquella temporada corta por el lockout patronal y marcada por la primera tras el retiro oficial de Michael Jordan de los Bulls tras los seis títulos.
El 22 de julio del 1999 en una conferencia de prensa, un mes después del título, anunció su problema en la prensa, dejando saber que su enfermedad le estaba afectando los dos riñones y por consiguiente se estaba buscando activamente un trasplante.
En su propia familia encontró la vida que estaba buscando, su hermano Noel Elliot era compatible con él para donarle un riñón y así fue que el 16 de agosto del aquel 1999 ambos se sometieron a la cirugía que salió con éxito, pero con mucho escepticismo para pensar en las vueltas a las canchas.
Pero como lo era en la duela también lo era afuera de ella, Sean batalló duro para volver a la actividad deportiva, sabiendo del riesgo que generaba eso, pero confiando en que podía darse y que para ello debía estar el deseo de querer hacerlo venciendo al miedo de sentirse frágil como para afrontar un juego tan físico como el básquetbol.
En el viejo Alamodome de los Spurs, el 13 de marzo del 2000 ante 27.000 espectadores, Sean Elliot volvió a jugar oficialmente y se transformó en el primer jugador profesional que volvió a la actividad tras ser trasplantado y de esta manera, con su hermano en la tribuna, celebró la vida con lo que más le gustaba hacer, jugar al básquet.
Hoy en día, tras más 20 años, Sean y Noel continúan marcando vidas, son dos caras conocidas de lo que significa ser trasplantado con un donante vivo y con su ejemplo le dieron fuerzas a muchas personas que pasaron por situaciones similares y se aferraron en el caso de los Elliot para creer que se puede, que con amor y confianza se puede volver a tener un vida plena.
Mauro Osores / [email protected]
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