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Al principio los protocolos de la Liga Nacional con respecto al Covid no fueron los suficientes y rápidamente se tuvo que parar la actividad debido a la gran cantidad de casos. En esta segunda oportunidad, parecía que estaba todo más controlado y, si bien hubo algún otro caso positivo del virus, hasta el parate por las fiestas los equipos estaban siendo mucho más responsables. Pero el Covid volvió a la Liga con una nueva ola.

El primer jugador informado que se contagió el virus en el 2021 fue Federico Grun, en Carmen de Patagones, antes de volver a Capital Federal para el retorno del torneo. Luego vinieron fueron Máximo Fjellerup y José Vildoza, de San Lorenzo. Fjellerup fue el que dio positivo y Vildoza tuvo contacto con él. Otro fue Alejandro Diez, que estaba en Santiago del Estero con el plantel de Quimsa cuando fue aislado por el resultado del hisopado. Lo de Diez fue particular, porque ya había dado positivo en México tres meses antes. Luego llegaron los cuatro casos de San Martín de Corrientes. Javier Saiz y Franco Méndez fueron los jugadores contagiados mientras que el asistente técnico, Gabriel Revidatti, y el kinesiólogo, Milton Cardozo, fueron los de la delegación.

En San Lorenzo no fueron solo jugadores los que se perdieron partidos, sino que dos de los entrenadores también: Silvio Santander dio positivo  y Juan Nardini debió aislarse por contacto estrecho, aunque sin contraer el virus. En Comunicaciones el afectado fue Austin Williams. La explosión máxima se dio con Libertad. El equipo de Sunchales hisopó a sus jugadores por algunos síntomas y once de ellos terminaron siendo positivos. Horas más tarde se confirmó el caso de Juan de la Fuente en Olímpico (más Guillermo Allende aislado por contacto estrecho), luego llegó el de Agustín Cáffaro de Regatas  Corrientes y finalmente tres casos más en Oberá: Anthony Young, Agustín Brocal y el PF, Leo Santa Andrea.

Está claro que en las fiestas hubo mayor relajamiento, que se está confirmando ahora (lo mismo que ocurrió en todo el país), pero el tema pasa ahora porque el virus no se expanda. Amén de la clara proridad que es la salud de jugadores y cuerpos técnicos y médicos, la reprogramación de muchos partidos complicará la finalización del torneo regular en la fecha prevista. Igual, es el problema menor.