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Greg Kampe, un entrenador de lo más inusual. A sus 68 años, Kampe regreso al torneo de la NCAA después de casi siete años desde que estuvo al borde de la muerte. Desde que asumió el cargo en 1984, Kampe llevó a los Golden Grizzlies a cuatro torneos de la NCAA División II antes de que la escuela diera el salto a la División I en 1996. Desde entonces, Oakland ha participado en cuatro torneos de la División I (March Madness), el más reciente en 2011.

Durante su ausencia por 12 temporadas en el torneo de las locuras, Kampe estaba convencido de que no estaba haciendo lo suficiente."Teníamos buenos registros durante ese tiempo", dijo Kampe. "Tuvimos tres jugadores que fueron a la NBA. A nuestro nivel, si tienes un jugador de la NBA, deberías ser lo suficientemente bueno como para ganar campeonatos. No lo hicimos. Perdimos juegos en el último segundo. Fue frustrante. Sentía que estaba defraudando a nuestros chicos. Por eso esto es especial. No importa lo que pase [este jueves], nuestros chicos habrán tenido la experiencia de ser parte de esto". Una sabia espera que pronto tendría frutos.

Kampe ha atravesado momentos difíciles, incluida una batalla contra la sepsis en 2017. Frente a todo, luchó y volvió, por Oakland. Aunque ha tenido la oportunidad de irse, Kampe siente que Oakland es donde pertenece. Con dos de sus jugadores más destacados, Trey Townsend y Blake Lampman, Kampe ha logrado construir un equipo competitivo y cercano, lo que demuestra su compromiso con la universidad y sus jugadores.

"Oakland siempre me ha tratado con lealtad", dijo Kampe. "Conozco a todos; todos me conocen. Es un ajuste muy cómodo para mí. Ahora, si alguien viniera y me ofreciera un trabajo donde pudiera llegar al Final Four, lo tomaría en un minuto. Pero si no, este es el lugar donde quiero estar".

En cuanto al partido contra Kentucky, Kampe está emocionado por la oportunidad de enfrentarse a un equipo talentoso en el escenario más grande del baloncesto universitario. "Kentucky es un equipo talentoso, pero no les tenemos miedo", dijo Kampe. "Sea cual sea el resultado, nuestros chicos han hecho historia y eso es algo que nunca olvidarán".

Su nombre resuena entre los pasillos del "nicho" del básquet universitario hace mucho tiempo. Impulso jugadas a partir de su conocimiento del fútbol américano. Prometió que campeonaría en la DII y que luego conseguiría trabajo en UCLA, no pasó ni una, ni la otra. Ha vestido camisas del Grinch, mantiene un fanatismo por el golf y sin dudas seguirá dando mucho de que hablar en este marzo de locos.