Basquetplus.com

En posiblemente una de las rivalidades más exitosas e intensas de la liga, Miami se enfrentaba a los Knicks en 1998, era el juego 4 de la serie de primera ronda.
 

Ambos equipos tienen odio para con el otro en esta época, la razón principal es que el antiguo entrenador de los Knicks era el actual entrenador de Miami y su partida no fue bien vista por los fanáticos de la Gran Manzana. El cambio de aires por parte de Riley se debió a que deseaba obtener una parte de la franquicia de los Knicks y los dueños no se la ofrecieron, a diferencia de la gerencia de Miami que le ofreció un 10% de la franquicia como parte de su contrato. Entonces en 1995 con su contrato finalizado con los Knicks Riley envió un fax anunciando que dejaba al equipo de manera oficial.

A partir de 1997 los Knicks y el Heat se van a encontrar 4 veces seguidas en los playoffs, series caracterizadas por muchas faltas flagrantes y expulsiones para ambos equipos (ejemplo de esto fue el juego 5  de las semifinales de Conferencia de 1997). 

Ahora debemos centrarnos en los actores principales de la trifulca a desenvolverse, por un lado está Larry Johnson, y por el otro, Alonzo Mourning. Ex compañeros en Charlotte donde el ego de ambos no les permitió construir una dinastía en esta franquicia, es sabido que su relación fue mala desde su primer temporada juntos. Mourning fue traspasado de Charlotte porque la gerencia no quería pagarle un contrato similar al que le habían pagado a Johnson (12 años por 84 millones). Mourning terminaría siendo traspasado al Heat por Glen Rice (entre otras cosas) en 1995.
 

¿Y cómo llegamos al momento de la foto? Luego de una pelota dividida, Johnson y Mourning comenzaron a lanzarse golpes, la batalla no terminó hasta que Charles Oakley, jugador famoso por defender a sus compañeros- como hiciera falta- y también ser incitador de muchos pleitos, se interpuso entre ellos. 

Lo que hizo que esta secuencia fuera histórica en la liga fue lo sucedido debajo de la cintura de Mourning:

Frente a la inminencia de la pelea, un recuerdo inundó la mente del entrenador de los Knicks, Jeff Van Gundy. En el año anterior, él sufrió con una serie que se vió definida por la suspensión de varios de los jugadores de los Knicks, por haber participado de un altercado. Jeff no iba a dejar que esto volviera a suceder. Así que rapidamente trató de separar a los dos internos, debido a la disparidad de tamaño y fuerza con Mourning, Van Gundy terminó agarrando a su pierna. 
 

Si bien la intención fue buena, no fue muy efectivo, Mourning recuerda esta anécdota entre carcajadas y dice: “Yo sentí que tenía un chicle pegado a la suela de mí zapato”.  Por simple fortuna o falta de conocimiento para pelear, de ambos jugadores ninguno logró conectar con el otro. Eso sí, ambos se perdieron el juego 5. Esta vez serián los Knicks los que se llevarián la serie en el juego decisivo.