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Cuando los Lakers firmaron a Shaquille O'Neal en la agencia libre y adquirieron a Kobe Bryant en la noche del draft de 1996, el propietario Dr. Jerry Buss tuvo aspiraciones instantáneas de campeonato para el joven equipo. Sin embargo, tras tres años de falta de éxito, la organización buscó un entrenador probado en campeonatos y de alto calibre, y fue entonces cuando Shaquille O'Neal recomendó la contratación de Phil Jackson, quien recién había concluido su segundo triplete con los Chicago Bulls.

Cuando O'Neal viajó a Montana para reunirse con Jackson en el verano de 1999, el primer desafío que el exentrenador de los Bulls le pidió al grandote fue mover un tronco que bloqueaba su casa en un lago frío. A pesar de la reticencia inicial de O'Neal, este se dio cuenta de que era el primero de muchos juegos mentales que el Maestro Zen intentaría hacerle.

Shaq, recordando la experiencia y la compartió para The Legacy, el documental de la historia de los Lakers: "Phil dijo 'Antes de que entres, necesito que muevas este tronco del lago'. Y yo pensé 'No voy a mover ningún maldito tronco en ningún maldito lago'. Y luego dije 'Es una prueba, lo sé'. Porque es algo que mi padre solía hacer. Mi padre era sargento instructor y exigía respeto. Porque Phil tenía un gran currículum, también exigía respeto".

Después de que O'Neal cumplió con éxito prueba de Jackson le dijo: "Me has demostrado la fuerza de tu deseo". Phil no se detuvo ahí. Le pidió a Shaq que dejara de ir a fiestas, hacer películas y rapear, ya que quería que Shaq se enfocara únicamente en el baloncesto. O'Neal estuvo de acuerdo de inmediato, lo que llevó a Jackson a aceptar la oferta de entrenador principal de los Lakers.

Antes de la llegada de Jackson, los Lakers estaban al borde de separar al dúo Shaq y Kobe debido a la falta de éxito en los playoffs durante tres años consecutivos, incluida una barrida ante los San Antonio Spurs en 1998. Con Phil en Los Angeles, logró sacar lo mejor del dúo, llevándolos a tres campeonatos consecutivos, lo que resultó en una de las rachas de tres victorias más increíbles en la historia de la NBA. Además, Jackson cumplió su promesa de convertir a O'Neal en un campeón y en un MVP.