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Si bien James, en el inicio de su carrera estuvo cerca de participar de un concurso de volcadas de la NBA, finalmente eso nunca sucedió y posible jamás lo haga. Justo antes de llegar al profesionalismo LeBron supo ganar el concurso McDonald's All-American de 2003. Su desempeño en ese evento mostró exactamente por qué fue prudente no volver a hacerlo nunca más. 
 

LeBron fue, sin lugar a dudas la cara de aquel juego de promesas de secundaria. Por su un atletismo y fuerza sus volcadas en el juego eran impresionantes. Parecía una conclusión inevitable de que ganaría con facilidad. Aún más estando en Cleveland, su ciudad. LeBron con poca imaginación, pero con un gran poder y salto vertical impresionó a los jueces. El actual de los Lakers reconocería más tarde, ciertamente ayudó que él fuera el chico local de Akron, Ohio. Dijo: "Yo era el favorito de casa. Me dieron el visto bueno". 
 

El rey nunca cedió ante la presión popular ni la de los sponsor, desde entonces siempre se negó a participar. Su razón es la poca creatividad para crear rutinas realmente atractivas. Para ver esto se puede comparar las volcadas de LeBron en 2003 y las de su hijo mayor, Bronny, en 2023: 

La otra razón está ligada a su competitividad, no jugaría algo en lo que no tiene chances de ganar. Así lo que explicó él mismo hace una década en ESPN: "Si decidiera hacerlo, tendría que ganar. De lo contrario, sería un desperdicio de mi sábado por la noche".